Natasha viajó varias veces a Piribebuy, histórica ciudad de Cordillera, ubicada a 73 kilómetros de Asunción y a 410 desde Obligado. Allí existen 13 mujeres artesanas que siguen confeccionando el tradicional poncho, totalmente a mano. La danzarina contó que vio cómo las mujeres iban colocando uno a uno los hilos peruanos en el telar para crear el poncho 60 listas o poncho para’i como también se conoce.
Este poncho se elabora solamente en Piribebuy donde anteriormente había mayor cantidad de personas que se dedicaban a confeccionarlo. Por la casi nula rentabilidad y el gran trabajo que conlleva, hoy pocas mujeres siguen dedicándose al poncho. “Es más bien por amor al arte que seguimos elaborando porque lleva mucho trabajo y su precio en el mercado no compensa’’, dijo Rosa Segovia, embajadora del poncho en el Paraguay y principal promotora de las gestiones ante la Unesco.
Memoria. El poncho para’i de 60 listas recibió su nombre en memoria de los 60 soldados paraguayos que en la Guerra contra la Triple Alianza fueron asesinados y enterrados en una fosa común con ponchos blanco y negro en Piribebuy, donde hoy se mantiene un oratorio en honor a ellos.
Debido a su especialidad, el poncho es una reliquia que las autoridades paraguayas quieren conservar y que buscan que se convierta en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
El Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) y la Secretaría Nacional de Cultura respaldan a Doña Rosa Segovia para que convirtiera su patio en una Escuela de Salvaguarda del poncho de 60 listas, para que así transmita el conocimiento que le fue heredado por su tía Teotista Salinas, hoy de 92 años. “Heredé el arte de hacer el poncho de mi tía Teotista, quien me enseñó no solo las técnicas sino el amor a la artesanía y en especial al poncho“, dijo Segovia.
Valor. ”Es un tejido que requiere del trabajo de por lo menos cuatro mujeres que deben trabajar durante dos semanas de manera intensa para elaborar un poncho, y lastimosamente el precio que nos pagan es de 2.800.000 guaraníes, suma que dividida entre 4 nos alcanza a 700 mil a cada una. Es muy poco por el tiempo de trabajo, la paciencia y el empeño que lleva“, expresó doña Rosa, quien elabora el tradicional poncho desde sus 12 años.
“El poncho de 60 listas es emblema de nuestra artesanía nacional, no solo por la historia y todo lo que significa su valor, sino por el trabajo artesanal que implica a la hora de confeccionar”, manifestó Natasha, quien dejó el mensaje a la juventud paraguaya de seguir manteniendo y rescatando la tradición paraguaya.