El primero entrar fue Biden, quien saludó sonriendo a los moderadores, y luego entró Trump, mucho más serio, quien no miró a su contrincante.
Tal como estaba acordado, el actual mandatario se situó en el podio ubicado en el lado derecho de la pantalla y el ex mandatario en el izquierdo.
El primer cara a cara de este año tiene lugar en los estudios de la cadena CNN en la ciudad de Atlanta (Georgia), con una duración de 90 minutos y sin presencia de público.
La cita ocurre en un momento trascendental dado que ambos candidatos están empatados en las encuestas y cualquier error que se haga viral podría decantar la balanza.
Es el debate más temprano que se recuerda, pues la campaña electoral todavía no ha arrancado oficialmente, pero ambos aspirantes tienen prisa para ganarse el voto anticipado que en algunos estados comenzará en setiembre.
También es la primera vez que debaten en televisión un presidente en ejercicio y un ex presidente. Además, el cara a cara, producido por la CNN, es el primero de los últimos 40 años que no está organizado por la Comisión de Debates Presidenciales, una organización independiente.
Biden y Trump ya se enfrentaron en dos tensos debates en las elecciones de 2020 marcados por las interrupciones del republicano contra el demócrata. Esta vez acordaron que solo esté encendido el micrófono de quien tenga el turno de palabra.
Ambos aspirantes se han comprometido a debatir de nuevo en septiembre en la cadena ABC News.
Fuente: EFE.