El heredero al trono británico visitó el Centro Memoria, Paz y Reconciliación en Bogotá acompañado de su esposa, la duquesa de Cornualles, así como del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y la primera dama, María Clemencia Rodríguez.
Allí, Carlos recorrió una exposición que aglutina trabajos de víctimas del conflicto armado, varias de las cuales le hicieron regalos simbólicos y le contaron sus experiencias.
Tras este encuentro, el hijo de Isabel II declaró sentirse “profundamente conmovido” por la invitación para conocer a las víctimas de la violencia en Colombia, con quienes aseguró empatizar.
“Ustedes probablemente no saben que mi propio tío Lord Mountbatten, y miembros de su familia, incluyendo alguno de sus nietos, fueron asesinados en Irlanda del Norte hace 30 años. Así que creo que entiendo algo de la destructiva rabia que ustedes pueden albergar”, sostuvo.
Lord Mountbatten, primo segundo de la soberana británica, murió junto a su nieto Nicholas Knatchbull, de 14 años, el 27 de agosto de 1979 por la explosión de una bomba con la que la organización terrorista Ejército Republicano Irlandés (IRA, por su sigla en inglés) hizo estallar la embarcación en la que viajaba.
El conflicto interno en el que se desarrollaron estos hechos, que duró tres décadas y dejó más de 3.500 muertos, terminó oficialmente con la firma de los acuerdos del Viernes Santo en 1998, que deja lecciones que el príncipe de Gales quiso compartir.
“Los acuerdos del Viernes Santo nos enseñaron que la implementación de la paz lleva tiempo y exige de más liderazgo por las partes y la sociedad”, declaró.
El heredero consideró “enormemente alentador” ver a víctimas del conflicto colombiano participar en los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana, donde actualmente se debate cómo reconocer y reparar a los más de 6,5 millones de afectados durante el medio siglo que dura la guerra interna del país.
Asimismo, indicó que las víctimas de crímenes como el secuestro, la violencia sexual o familiares de asesinados y desaparecidos deberán contar, “además de compasión, con un destacado apoyo para que puedan reconstruir sus vidas” en un eventual postconflicto.
Por su parte, Santos agradeció el apoyo británico al proceso de paz colombiano partiendo de su experiencia con el IRA.
“El ejemplo del Reino Unido y el proceso que llevó al desmantelamiento del IRA han sido un importante referente para mí, para nosotros, que lo hemos estudiado junto con otros procesos similares en otras latitudes”, aseguró.
También reconoció que los británicos “han conocido como pocos el horror y las consecuencias de la guerra”, y que precisamente por eso “entienden mejor que nadie el esfuerzo” por avanzar en el proceso de paz.
Al concluir sus intervenciones, Santos y Carlos de Inglaterra conversaron unos minutos con las víctimas asistentes.
Entre ellos estaban la coordinadora general de la Asociación colombiana de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes), Gloria Luz Gómez Cortés, y la presidenta de la organización que lleva el nombre de su hermana desaparecida, Nydia Erika Bautista, Yaneth Bautista, ambas recientemente amenazadas por su implicación en el proceso de paz.