“Yo llevé los casos de Carlos Mancuello, Rodolfo y Benjamín Ramírez Villalba, Amilcar Oviedo, Alberto Alegre Portillo y otros, varios de ellos desaparecidos. Ellos cayeron detenidos el 23 de noviembre de 1974 y fueron ejecutados el 21 de setiembre de 1976”, detalló el abogado.
Relató que estuvieron 22 meses esposados y engrillados en una pequeña celda del Departamento de Investigaciones y una vez al día, a las tres de la mañana, iban al baño.
“En esos momentos los demás presos veían los rastros de tortura. Benjamín tenía poco más de 20 años y se volvió epiléptico por los golpes... Se los vinculó con un supuesto plan de atentado contra Stroessner, fueron vinculados por Gervasio Benítez Armoa, que murió bajo tortura (pese a que la crónica policial dijo que fue muerto en una balacera en la Plaza Italia)”, contó.
Detalló que, en su declaración, Euclides Acevedo dijo, tras ver a los detenidos, que parecían judíos en campos de concentración, rapados, escuálidos, ya sin tetillas de tanta tortura, y que se les aplicó “la ley de fuga”, o sea, fueron ejecutados.
“Estos cuatro muchachos fueron visitados por el propio Alfredo Stroessner, previamente ‘Sapriza’ les obliga a que confiesen bajo amenaza que no iban a amanecer con vida. Stroessner solo les preguntó por qué le querían matar y respondieron que porque ya robaron mucho; de todas formas fueron desaparecidos el 21 de setiembre de 1976”, dijo.
Indicó que en estos casos se dictó sentencia definitiva tanto en Paraguay como en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Con esto se demuestra que es mentira que Stroessner supuestamente no sabía lo que ocurría, ya que él mismo participó de los interrogatorios”, indicó.