Durante el 10º Congreso sobre Responsabilidad Social Empresarial y Sotenibilidad, de la Asociación de Empresarios Cristianos (Adec), uno de los conceptos más escuchados fue el de economía sostenible, que fue presentado como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos
Durante la exposición del chileno Gonzalo Muñoz, cofundador de Sistema B, este resaltó que la economía circular se está posicionando en distintos países tanto de la región como del mundo, ante la emergencia a nivel planetario en abordar nuevos modelos de negocios rentables y sostenibles en el tiempo. “La economía circular nace de descubrir y analizar que en realidad nuestra economía tiene este principio lineal de extraer, diseñar, producir, consumir y descartar, y no podemos seguir esa línea eternamente, pues con ella estamos desperdiciando recursos y metiendo al mundo en una encrucijada, a partir de cosas que dieron éxito”, explicó Muñoz.
evidencia. El especialista chileno indicó que hay evidencia científica que dicta que no basta con detener una industria o una acción, pues se debe mirar a la economía en su conjunto. “La puesta en valor de la economía circular lo que dice es que debemos de generar una economía que sea restaurativa o regenerativa por principio y al mismo tiempo que tenga la capacidad de escalar en cualquier ámbito o dimensión”, explicó.
Dijo que en la actualidad existen soluciones tan simples y concretas como las energías renovables, ya sean fotovoltaica, eólica, geotérmica o mareomotriz, que son limpias y por tanto no afectan al calentamiento global por la contaminación atmosférica.
Muñoz agregó que el concepto de economía cirular contempla, incluso la forma en que nos vestimos, y cómo podemos reducir la posible cadena de valor de los tejidos, y generar a la vez una dinámica que incluya un proceso de reparación o reciclaje de prendas de vestir. “Esto no tiene nada de novedoso; es la forma en cómo se operaba antes y en qué se sigue operando en algunos países, de forma natural. El hecho de reciclar tejidos genera incluso cierta economía y permite desarrollar o recuperar industrias como era el oficio de la reparación de prendas textiles”, explicó el chileno.
Indicó que para alcanzar el objetivo de reutilización de ciertos elementos, los mismos deben diseñarse con esta intención. Agregó que esto también se aplica al mundo de los plásticos, con los envases y embalajes. “Estamos convencidos de que es más razonable comprar un producto empacado, usarlo y a los pocos segundos descartarlos como si eso fuera lo más inteligente, cuando en realidad produce un impacto terrible en el ecosistema”, concluyó Muñoz.