01 may. 2025

El reto económico que representa Ibáñez

Iván Lisboa – ilisboa@uhora.com.py

La cobarde protección que dieron 48 legisladores al diputado José María Ibáñez representa para el pueblo paraguayo más que un simple capricho de los medios de comunicación, como quiso dar a entender el parlamentario colorado durante su extensa intervención en la sesión del miércoles pasado.

Además del indiscutible resultado de enfado, irritación y decepción que generó el rechazo a la pérdida de investidura en la ciudadanía, el auxilio corporativo que dieron sus colegas a Ibáñez representa una vulneración a la justicia social, una ofensa al intelecto colectivo y, por sobre todo, la continuidad del irrespeto a la institucionalidad republicana.

En numerosas y populares encuestas se ha dado a conocer el poco esfuerzo del Paraguay para acabar con la corrupción. El último informe elaborado por la oenegé Transparencia Internacional remarcaba en este hecho y ubicó a nuestro país en el puesto 135 de un listado de 180.

Otros organismos como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos han dicho en reiteradas ocasiones que necesitamos avanzar hacia los estándares mundiales de mejores prácticas tributarias y transparencia fiscal. Ir recorriendo por estos caminos genera confianza y estabilidad ante los ojos del mundo, lo que se transforma en atracción de capital extranjero, en la obtención de menores tasas para la emisión de bonos, y, por supuesto, en la apertura y/o consolidación de mercados para los productos nacionales.

Sin embargo, como ya ha ocurrido anteriormente con el intento de enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial y el golpe a Lugo tras el caso Curuguaty, la clase política termina echando por la borda todo el esfuerzo hecho por los agentes económicos. La mezquindad con la que los diputados tomaron esta decisión deja mucho que desear de actores a quienes la gente votó para traer vientos de cambio y no precisamente tormentas de la misma podredumbre de siempre.

El equipo económico elegido por Mario Abdo Benítez genera confianza y expectativa en gremios empresariales. Varios de los miembros de este equipo ya conocen lo que esta clase de “ruido” puede generar en la economía y deben ir tomando nota para transmitir el mensaje al presidente electo, quien parece haberse olvidado de la promesa que hizo antes de las elecciones de combatir frontalmente la impunidad.

La corrupción traspasa fronteras y se convierte en un freno al desarrollo. Si el próximo Gobierno no toma el caso Ibáñez como una señal, difícilmente pueda conseguir resultados que marquen una diferencia no solo en lo económico, sino en cualquier ámbito.