Además, será la primera vez en la que se recogerán muestras de la superficie de Marte para que sean analizadas en la Tierra.
“Es increíble. Es un gran momento para estar en la NASA y para ver todos estos logros que se están consiguiendo. La NASA tiene la capacidad de conseguir logros increíbles incluso en los tiempos más difíciles”, dijo este miércoles el administrador de la agencia aeroespacial estadounidense, Jim Bridenstine, en una teleconferencia.
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Bridenstine también señaló que esta misión es una de las dos que había que realizar en julio pese a la pandemia del coronavirus, ya que de no hacerlo se perdería la oportunidad para que la Tierra y Marte estuvieran alineadas de forma que el viaje espacial “fuera lo menos costoso posible”.
La alineación adecuada solo ocurre cada veintiséis meses por lo que se tendría que esperar hasta septiembre de 2022 para volver a lanzar al Perseverance al espacio.
Ello habría retrasado “irremediablemente” el programa de exploración espacial de la NASA que tiene como objetivo llevar al ser humano a Marte en un futuro no muy lejano, dijo Bridenstine.
“Devolver al Perseverance al almacén y mantenerlo ahí durante dos años podría costar 500 millones de dólares, así que es una misión por un gran número de razones, pero lo que realmente espero es que esta misión inspire y de esperanza a la gente de que podemos triunfar en momentos realmente duros”, añadió.
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El nuevo vehículo espacial se enviará al espacio acoplado a la punta del cohete Atlas V desde la plataforma de lanzamiento 41 del Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida) en poco más de un mes, tras lo cual recorrerá más de quinientos millones de kilómetros hasta aterrizar en Marte el próximo 18 de febrero.
De no poder realizar el lanzamiento en la fecha programada por culpa de las cambiantes condiciones climáticas de Florida, la NASA tendrá hasta el 11 de agosto como ventana para hacerlo.
En busca de preciadas muestras
De forma cuadrangular, con 3 metros (10 pies) de largo y 2,7 metros (9 pies) de ancho, el vehículo explorador alcanzara suelo marciano en febrero de 2021, en concreto en el cráter Jezero, donde empezará a recolectar minerales y muestras de suelo que ofrezcan respuesta sobre las condiciones del planeta hace millones de años.
Se estima que pasará hasta 687 días explorando la superficie del Planeta Rojo.
“Los científicos han querido muestras del suelo de Marte durante generaciones. Tenemos meteoritos en la Tierra que provenían de Marte, pero no es lo mismo que tener muestras de rocas y tierra que poder estudiar. Ahora vamos a poder obtener estos increíbles materiales”, explicó la directora de la División de Ciencia Planetaria de la NASA, Lori Glaze.
Las muestras serán enviadas a la Tierra en el año 2026 gracias a una colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA).
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A diferencia de lo que ocurrió en el lanzamiento Demo-2 que envió a dos astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional nueve años después de que cancelara su programa de transbordadores espaciales, Bridenstine no está recomendando a la población que no viaje para ver el despegue debido al nuevo coronavirus (Covid-19).
“Aparentemente no nos hicieron caso (la gente) así que estamos pidiendo que la población siga las medidas de seguridad necesarias para mantenerse seguros y confiamos en ellos”, indicó Bridenstine.
Sin embargo, el Centro Espacial Kennedy se mantendrá cerrado para el lanzamiento como precaución para “proteger a la fuerza espacial estadounidense”.