28 abr. 2025

El sano ejercicio de sugerir libros

Por Blas Brítez – @Dedalus729

Siempre me digo: mañana lo escribiré. Pero ese día casi nunca llega. Tengo tantos libros sobre los que quiero escribir, y no lo hago por múltiples motivos. Entre ellos, el tiempo no es un obstáculo menor.

De lo que leí en los últimos meses, tomaré cinco títulos que me gustaría recomendar, y así me deshago parcialmente de esa tortura cotidiana que es aplazar la escritura para siempre jamás.

Alguna vez el escritor nicaragüense Sergio Ramírez contó que solía fijarse sin mayores objeciones en lo que publicaba el londinense Times Literary Supplement, acaso la más conocida publicación de reseñas literarias del mundo, para elegir qué leer. Sin embargo, con el tiempo terminó por desconfiar de los criterios de la revista. Buscando referentes, se hartó de hacerlo y volvió al que hoy considera el más insobornable de los mecanismos para acceder a la mejor lectura: el boca en boca, el mano en mano. El “mirá, leé un poco esto, te va a gustar”. Consideren estas sugerencias con este espíritu. Recomiendo adentrarse en:

1) El impecable paseo por el Lower East Side neoyorquino y sus jóvenes dominicanos sin futuro, criminalizados, supervivientes en la metrópolis a ritmo del hip-hop, en La vida fácil de Richard Price, el genial guionista de cine y televisión (The Wire es su obra maestra), alguien que escribe novelas cada tanto, y siempre son obras maestras. 2) El sótano filosófico en el que está encerrado, por voluntad propia, un hombre que quiere expiar una culpa ominosa y secreta, vigilado por otro pagado por él y ante quien desarrolla su dolorosa catarsis, en El hombre del sótano, de Walter Mosley, uno de los escritores de ascendencia afroamericana más populares de los Estados Unidos. 3) La recuperación del olvido de esa potente, abrasadora historia (publicada póstumamente) de un pequeño empresario alemán del periodo de ascenso nazi en Alemania, devenido en alcohólico feraz que destruye su vida paseando sus miserias por una Berlín de pesadumbre, en El bebedor, de Hans Fallada, ese escritor a quien los exiliados alemanes a raíz del nazismo ningunearon por haberse quedado en el país. 4) El viaje lisérgico de un detective de camisas floreadas en búsqueda de una verdad mucho más grande e inesperada que la que busca en barrios hoy desaparecidos o inventados de Los Ángeles de fines de los 60, con un fondo de música surfista, marihuana y policías irascibles en Vicio propio, de Thomas Pynchon (que Paul Thomas Anderson filmó el año pasado y estuvo nominada a los premios Oscar este año). Finalmente, el retrato preciso de un hondo poeta metafísico como lo fue José-Luis Appleyard, en un libro que es al mismo tiempo el retrato físico de una Asunción desaparecida: una llena de noche, sin la luz aborrecible de los comercios ni las pantallas gigantes de la publicidad en las avenidas, de personajes nocturnos, de anécdotas deliciosas, en Volver la vista atrás (Aquellos años con el poeta), del paraguayo Víctor Casartelli.