Tras once horas de debate ininterrumpido y mientras en la calle miles de manifestantes se pronunciaban en contra, la ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, también conocida como ‘ley ómnibus’, recibió 36 sufragios en contra y 37 a favor, incluido el ‘voto de calidad’ de la presidenta de la Cámara Alta y vicepresidenta de la República, Victoria Villarruel, quien deshizo el empate en una segunda votación.
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La iniciativa, presentada por el Ejecutivo como una pieza fundamental para “modernizar y dinamizar” el país sobre la base del liberalismo económico y reducir del rol del Estado en la economía, ya pasó el tramite de la Cámara de Diputados. Si durante su tramitación en particular en el Senado, la iniciativa es modificada, volverá a la Cámara Baja, para su discusión y sanción definitiva.
La Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, verdadero nombre de la propuesta, ya obtuvo un mes atrás luz verde en la Cámara de Diputados.
El Ministerio de Seguridad desplegó a unos 1.200 agentes de cuatro corporaciones policiales que emplearon gases lacrimógenos, carros hidrantes (lanzaaguas) y balas de goma para dispersar a los miles de manifestantes que desde primera hora de la mañana se habían dado cita en la Plaza del Congreso convocados por organizaciones sociales, políticas y sindicales en repudio al proyecto de reformas económicas.
Mientras los senadores mantenían un tenso debate político, afuera en la calle se producían incidentes violentos cuando grupos de encapuchados separados del grueso de la manifestación lanzaron a la policía piedras, botellas de vidrio y bombas molotov, además de romper el vallado de seguridad en torno al Congreso.
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El mayor momento de tensión
Según informaron fuentes policiales a EFE, al menos 23 personas fueron detenidas, cinco de las cuales fueron puestas a disposición judicial.
El mayor momento de tensión se vivió cerca de las 16:30 hora local (19:30 GMT), cuando unos encapuchados dieron vuelta a un automóvil de la emisora radiofónica Cadena 3 y le prendieron fuego, una situación que se volvió a repetir con otro vehículo situado en las inmediaciones del Palacio Legislativo.
Quienes a esa hora marchaban de manera pacífica se alejaron de la zona y dejaron un espacio entre las fuerzas de seguridad y el grupo de manifestantes violentos, que utilizaron parte del mobiliario urbano y coches estacionados en las veredas como escudos.
Representantes de los movimientos sociales y sindicales declararon a los periodistas que ellos no buscaban confrontar con la Policía y consideraron “excesivo” y “provocativo” el gran despliegue de seguridad.
Varias personas resultaron afectadas por la inhalación de gases lacrimógenos, entre ellas cinco diputados de Unión Por la Patria (peronista), que debieron ser atendidos en un hospital.
Un retén policial permanecía bien entrada la noche en los alrededores del Congreso -que seguía sesionando- para reforzar la seguridad e impedir el acceso de manifestantes a la zona, donde a esa hora todavía había focos aislados de disturbios.
Fuente: EFE.