“El equipo presenta ahora los valores precisos de 54 parámetros espectroscópicos para cada estrella en el primero de una serie de artículos en la revista Astronomy & Astrophysics y hace públicos todos los datos a la comunidad científica”, explicó el Vaticano en un comunicado.
Se trata de “un número sin precedentes de parámetros que será esencial para interpretar la luz de las estrellas y encontrar conexiones entre las propiedades de las estrellas y sus posibles planetas”.
En el grupo se incluyen los astrónomos Paul Gabor, David Brown y Chris Corbally y el ingeniero Michael Franz de la “Specola Vaticana” (SP), el observatorio astronómico de la Santa Sede.
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“Dado que las estrellas y sus planetas se forman juntos, se planteó la cuestión de si la existencia de ciertos elementos químicos en la atmósfera estelar, o sus proporciones isotópicas o de abundancia, son indicativos de un sistema planetario”, declaró Klaus G. Strassmeier, director del AIP e investigador principal del estudio.
La luz de las estrellas revela muchas de sus propiedades físicas, como la temperatura, la presión, el movimiento o la composición química, y los espectrógrafos la descomponen según la longitud de onda en un espectro parecido al arco iris, que representa la “huella dactilar” de la luz de la estrella, detalla el Vaticano.
Cuando los astrónomos conocen con precisión estos parámetros, pueden utilizarlos para probar sus modelos teóricos de las estrellas y el “equipo” llevó a cabo una investigación ultraprecisa sobre posibles estrellas que alberguen planetas.
De los más de 5.000 exoplanetas (planetas que orbitan estrellas distintas del Sol) confirmados, el 75% se descubrieron desde el espacio mediante la observación de estrellas que se ven disminuidas por los planetas que pasan por delante de ellas.
La investigación publicada ahora se centró en el campo de observación más rico de la misión “Transiting Exoplanet Survey Satellite” (TESS) de la NASA, un área del cielo aproximadamente 4.000 veces el tamaño de la Luna llena y se analizaron unas 1.100 estrellas potencialmente planetarias de este campo.
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Se necesitaron, explica el Vaticano, cinco años para completar la investigación, que utilizó telescopios situados en dos lugares: en Arizona (EEUU), donde se han generado los espectros de las estrellas más pequeñas con una precisión sin precedentes, y en Tenerife (España), donde se ha captado la luz de estrellas gigantes con una precisión menor pero aún elevada.
“Los espectros revelaron elementos que se encuentran entre los más difíciles de observar”, explicó Martina Bratella, investigadora del AIP, mientras que Strassmeier se mostró convencido de que “aunque llevará algún tiempo analizar completamente los datos del sondeo, esperamos anunciar pronto más descubrimientos”.
“Auguste Comte, el fundador del positivismo francés, escribió una vez que nunca sabríamos de qué estaban hechas las estrellas. No sabía que la luz de las estrellas llevaba ‘huellas dactilares’ que serían capaces de decirnos mucho sobre las estrellas. La creación parece estar hecha para permitirnos comprenderla”, aseguró por su parte el astrónomono vaticano Gabor.