Desde muy temprano, mientras el matiz incandescente del tradicional tatakua se ponía a punto, ayer las habilidosas manos de los/as chipa apoha de todo el país daban forma a las distintas clases de chipa que iban a ser horneadas por Semana Santa.
Sin dudas, los Miércoles Santos tienen este toque particular de tradición que mueve a las familias, a los amigos y vecinos, en torno a la preparación de este manjar paraguayo. Este ambiente de fiesta se vivió en la casa de doña Jacinta Leguizamón, en el barrio San Jerónimo de Asunción.
Junto con su hermana Carmen, doña Jacinta se dispuso desde muy temprano a mezclar la harina de maíz, almidón, queso, leche y huevo; como lo vienen haciendo desde hace tiempo, durante los días santos, y con el humor amable que las caracteriza.
Es así que todo este proceso de preparación se convierte en un espectáculo único, ya que si no hay chipa en el momento que doña Jacinta deja la cocina; a la gente no le importa esperar y ver cómo se realiza el trabajo alrededor del tatakua, que ayer mantuvo sus brasas encendidas desde las 5.00 hasta las 18.00 horas.
“Al principio, hacíamos la chipa para nosotros, en familia nomás. Después la hicimos para los vecinos y desde este año estoy preparando para toda la gente que quiera gracias a la Municipalidad de Asunción y Senatur”, manifestó.
En medio de las risas y bromas de las chipa apoha; junto a las leñas, el pakova rogue, las bolsas de almidón y la harina de maíz, la espera por llevar la chipa a casa se convierte en un ambiente propicio para socializar y olvidarse de los apuros de días santos.
“Yo vengo de Capiatá", “Yo vengo de Sajonia”, “Yo soy de acá del barrio” fueron las frases que rompían el hielo de Miércoles Santo. Hoy, este mismo espectáculo tendrá nuevamente lugar sobre la avenida Stella Marys casi Parque Solidaridad donde los vecinos se reunirán en torno al tatakua.
operativo semana santa
Más que una tradición familiar, la preparación de la chipa en Miércoles Santo es todo un ritual de costumbres, desde la mezcla de ingredientes hasta que salen crujientes del pequeño horno artesanal.
SE DEBE COMER CON MODERACIÓN
La oferta gastronómica tradicional en Semana Santa, como la chipa, cuyos ingredientes se caracterizan por tener un alto contenido calórico por los hidratos de carbono y grasa, tiene que ser consumida con mucha moderación, explicó la nutricionista Griselda Riquelme. La especialista recomendó principalmente a los diabéticos que acompañen el consumo racional de chipa con mate cocido y leche descremada, sin olvidarse de las gotas de edulcorante. Resaltó que la chipa que se debe evitar comer es aquella elaborada con grasa de cerdo o de vaca. “Solo se puede consumir chipa hecha con margarina. No se debe abusar con nada en general”, resaltó la profesional.