10 abr. 2025

El tren del sabor animó

Por Andrés Colmán Gutiérrez

Con música paraguaya.  El antiguo parador Caburei fue la primera parada en el viaje del sabor.

Con música paraguaya. El antiguo parador Caburei fue la primera parada en el viaje del sabor.

EUSEBIO AYALA, CORDILLERA

A un costado de la pintoresca casona que sirve de sede al Chipá Literario, había una mesa con un gran cartel, “Dirección de Migraciones”, donde dos bellas y sonrientes funcionarias recibían a los visitantes y le expedían un original pasaporte de tapa azul: “Mercosur – República de la Chipa”.

Así, con un creativo juego, con música y bailes a cargo del Ballet Yrasema y del Municipio de San Ignacio, se inició en la mañana del Jueves Santo el recorrido de la Chipa Rapé (el camino de la chipa), una propuesta innovadora de la Asociación Cultural Yuquyty, que condujo a visitar durante más de 4 horas las principales fábricas de producción del tradicional alimento en la región.

Más de un centenar de personas abarrotaron un colorido “tren del sabor” y dos ómnibus de pasajeros. Además, muchos visitantes se acoplaron en más de una treintena de automóviles, formando una larga caravana, encabezada por un camión de los Bomberos Voluntarios, que iba haciendo sonar la sirena, motivando el saludo y la adhesión de los pobladores a lo largo del camino.

HISTORIA. “Todos consumimos la chipa en Semana Santa, pero muchos desconocen su origen. Pocos saben que su nombre proviene del Sypá, el pan sagrado de los guaraníes, y que su mejor historia se creó aquí, en la ciudad de Barrero Grande, Eusebio Ayala, en donde la mayor parte de las familias obtienen sus ingresos de esta actividad”, destacó el docente Almide Alcaraz, presidente de la Asociación Yuquyty.

La primera parada se realizó en el ex parador Kavureí, que desde los años 60 fue el sitio donde las chiperas comenzaron a popularizar el producto pionero Chipa Barrero, extendiéndolo a todo el país y más allá de las fronteras.

“Me preguntan cuál es el secreto de hacer una rica chipa. Es solo ponerle mucho queso huevo y sobre todo amor”, dijo el pionero Juan Ramón Ayala, creador de la marca “Chipa Barrero”, quien fue uno de los anfitriones del tour.

“El único secreto es trabajar en serio”, admitió por su parte la señora María Ana López, dueña de una de las chiperías más exitosas en la actualidad, María Ana, en donde ella privilegia la contratación de madres solteras.

APRENDIZAJE. Los asistentes iban sellando su pasaporte en cada destino, conocían las historias narradas por los pioneros, disfrutaban de danzas y bailes y de degustaciones de los productos, y observaban el proceso de producción industrial del alimento.

En el trayecto final, en la sede del centro cultural Chipá Literario, todos pudieron participar de la chipa apo (elaboración de la chipa), incluso elaborar sus propios panes, cocinarlos en el gran tatakua y luego degustarlos.

“Hemos querido rescatar la memoria y la historia de nuestra ciudad, a la vez de ofrecer una alternativa diferente para vivir la Semana Santa. No esperábamos tanta afluencia de personas, pero estamos muy complacidos. Deseamos realizar una actividad aún más grande y mejor el próximo año”, destacó Almide Alcaraz.