Pues bien, la información publicada duele porque es real. A algunos les duele porque creen que afectará a sus bolsillos. Esto se desprende de las declaraciones de diferentes referentes asustados con el tuit, como si de estos caracteres dependiera el negocio. La frase es contundente, tiene respaldo científico y en ningún lugar ataca a algún país en particular sino más bien se dirige a las personas del planeta, que dicho sea de paso es el único que tenemos, no hay un plan B como dice Greta Thunberg.
Cambiar la producción de alimentos es esencial para salvar al planeta de una catástrofe climática advierte el informe sobre el uso de la tierra que fue divulgado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés). IPCC es una organización intergubernamental de Naciones Unidas cuya misión es proveer una opinión objetiva y científica sobre la cuestión, sus impactos y las opciones de respuesta posibles. Así explica un artículo de la BBC en su web de octubre pasado. La agricultura, la deforestación y otros usos de la tierra son responsables de cerca del 25% de las emisiones de gases de invernadero relacionadas con la acción humana, de acuerdo al informe.
¿Y la carne qué tiene que ver? se preguntará algún lector, quien se rasca la cabeza mientras prende el carbón en la parrilla. Yo solo invité a un asado a amigos, no sabía que estaba matando al planeta le dice su yo interior indagador. Pues bien, la vaquita que forma parte del ganado libera metano, un potente gas de invernadero. Sí, estoy hablando de todos los pedos y eructos vacunos sumados en el mundo entero, hay más de 1.500 millones de vacas. ¡Imaginen las flatulencias de los 4 estómagos de la vaca! Millones de microorganismos procesando todo el alimento de la vaca. También están los cerdos y otros animales denominados simplemente como carne, pero más datos podrían llegar a confundir y el asado se puede quemar o enfriar.
¿Y el agua? Para producir tan solo un kilo de carne de vaca es necesario gastar 15.000 litros de agua. La agricultura y la ganadería son las dos actividades primarias que vierten más contaminantes, como el nitrato, el fosfato y los pesticidas al agua, señaló la experta de la FAO Sara Marjani a la agencia EFE. 700 millones de personas podrían verse forzadas a desplazarse debido a la escasez de agua de aquí a 2030.
La agricultura y la ganadería son dos rubros esenciales para el país desde hace más de un siglo, este es también un dato duro como la piedra. La cuestión es ¿hasta cuándo? ¿Cuánto más puede soportar de sobreexplotación la tierra? Ya no quedan bosques en la Región Oriental y el Chaco se está deforestando a un ritmo alarmante. Los incendios fueron provocados aquí y en el Amazonas. Las tierras se utilizan para plantar soja transgénica, que luego en más del 50% se vuelve a convertir en alimento balanceado para animales. Paraguay no puede ni debe quedarse solo con estos rubros, ni matarlos por un tuit pero sí repensar en el futuro. La diversificación es el camino y el plan ni siquiera se ha pensado.
La reflexión que hago sobre el tuit no busca que te atragantes con el hueso de la costilla ni mucho menos, más bien pretende establecer la magnitud de la situación crítica que nos encontramos ante el calentamiento global. Cada uno puede hacer su parte sin destruir al otro, es una cuestión de conciencia. Es por eso que nos inspiramos en Paul McCartney cuando propone #LunesSinCarne.
Duelen los datos, duele la realidad, duele la deforestación, duele la codicia. Tenías razón, la verdad duele, querida abuela Lola.