Vivi era la única hija del suboficial Miguel Paredes (28) y de Romina Zanotti Cavazzoni (25). Era la alegría de la casa. Le preparó un regalo a su papá por el día del padre, pero no pudo ver el rostro de Miguel cuando abría el obsequio porque un día antes, en un procedimiento negligente de agentes de la Senad, perdió la vida con un disparo en la cabeza.
“La última vez que la vi fue el viernes. Recuerdo que le toqué el cabello y le dije: '¡Qué hermosa sos hija!'; ese viernes intenté convencerla para que venga conmigo acá porque vine a pasar el día del padre con mi papá. Mucho le adulé, pero no quiso venir porque tenía su clase de danza en Villeta”, relató el padre al periodista de Última Hora Elías Honzi.
Comentó que a las 11.00 de ese mismo sábado Vivi le envió una nota de voz y le dijo que lo quería mucho y le pidió que vaya a donde ella estaba, pedido que el padre no pudo cumplir. Horas después, el violento actuar de agentes antinarcóticos cambió la vida de la familia Zanotti.
Pobladores y la misma familia pidieron a la ciudadanía que no los abandonen hasta que los culpables paguen por la muerte de Vivi.
El hecho. La menor de tres años y su tío, Alessandro Zanotti (30), fueron víctimas de un negligente procedimiento de agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) el sábado 18 de junio en Nueva Italia. Los antinarcóticos confundieron a una familia con traficantes de droga y lanzaron 18 disparos contra la camioneta en la que Vivi y Alessandro viajaban. La niña falleció, el joven está en recuperación.
Los agentes ya fueron imputados y la Justicia aún no determinó en dónde guardarán reclusión.