“Ninguno me representa, porque son extremos y siento que hoy día para la realidad del país no es lo que necesitamos”, dice a la AFP Johana Ugarte, una agente de seguros de 48 años que votará nulo.
En la primera vuelta del 21 de noviembre, en la que se impuso Kast con un 27,9% de los votos frente al 25,8% de Boric, Ugarte votó por “una opción más de centro”. Pero ahora asegura sentirse “huérfana” de candidatos.
Representante de la coalición Apruebo Dignidad, que reúne al Frente Amplio y al Partido Comunista, el diputado Gabriel Boric promete un cambio del modelo económico. Para ello propone una reforma tributaria que incluye aumentar la presión fiscal sobre los más ricos y acabar con el sistema privado de pensiones.

Kast, de ideas conservadoras, contrario al aborto y al matrimonio igualitario, busca restablecer la “paz y el orden”, que, según dice, Chile perdió tras las protestas que estallaron en octubre de 2019. A Boric se le acusa de “comunista”, mientras que a Kast se le tilda de “fascista”, una dialéctica que ha polarizado una campaña enturbiada por el cruce de acusaciones. EFE