El río Paraguay aún no supera el nivel histórico de 9 metros, alcanzado en 1983, pero la diferencia es que ahora la crecida es más frecuente, desde los últimos 10 años, aproximadamente, expresa el ingeniero Roger Monte Domeq, investigador en área de hidrología. La altura actual es similar a la registrada en el 2015, cuando alcanzó 7,60 metros. La desaparición de los bosques considera que podría tener incidencia en el repetido fenómeno.
“En 1945 teníamos más del 50% de la cobertura boscosa en la región Oriental. Hoy se habla de solo 5% a 10% nada más. Hay una transformación de suelo muy grande. La función de los árboles es retener el agua, infiltra. Ahora tenemos que analizar por qué tenemos tanta correntía”, resalta.
Las lluvias registradas fueron en la cuenca media del río, no en la zona (área del pantanal), afirma. “Como nunca antes, en 15 días subió 4 m en Concepción y más de 4 metros en Asunción”.
El río llegó hasta ayer a 7,52 metros, en capital. El ascenso fue de 3 cm en el día.
Propuesta. Dependiendo de la zona se deben realizar compuertas y sistemas de bombeo o construcción de viviendas con base de pilares para ocupar solo la planta alta. Estas son algunas alternativas que ofrece el investigador.
También resalta la necesidad de construcción de rellenos de áreas municipales para refugios, como solución más inmediata, ante la falta de suficientes albergues en Asunción.
Para estos refugios, indica, se deben tener criterios como: refulado del río y relleno de préstamo. La cota de relleno tendrá que estar por encima de 63,50 m y la altura de relleno entre 2 y 3 metros.
“En época de crecida se ocupan en base a una planificación con viviendas desmontables. En bajante y sequía, los refugios se habilitan para áreas de parques, recreación y deportes”
Consideró que los proyectos de avenida costanera no fueron hechos con contenido social. Durante la construcción se debió dejar, por ejemplo, áreas para refugios de emergencia y con ello evitar el problema de colapso de albergues y ocupación de espacios públicos, sostiene. Actualmente familias ribereñas, de la zona del Banco San Miguel, se refugian en las veredas de la Costanera, en el tramo recientemente habilitado, a la vera del río.
“En cada barrio se debe desarrollar obras básicas de protección contra inundaciones ribereñas, ganando espacios de seguridad en la ribera. Estas viviendas no van a salir de esa zona, ya que los barrios son antiguos y consolidados. Aquí se necesita prever sistemas de evacuación del agua de lluvia y cloaca, asumiendo que se efectúen obras de defensa costera”.