Ella –dijo– ingresó caminando para una cirugía de columna en el Sanatorio Alemán, en Obligado. Pero, tras una intervención de nueve horas, perdió la capacidad de caminar. Posteriormente, fue sometida a una segunda cirugía de igual duración por el mismo equipo médico. “Jamás fui informada de que mi condición sería irreversible. Con el tiempo, descubrí que parte del equipo profesional que me intervino no estaba habilitado para realizar este tipo de cirugías”, declaró. NM