Los consultados concuerdan en que para los grandes inversionistas extranjeros factores como el clima de negocios, la calidad de la mano de obra, la institucionalidad y la seguridad jurídica tienen más peso que las condiciones laborales que ofrece un país, a la hora de tomar decisiones sobre su desembarco.
Mala imagen. Para Dionisio Borda, ex ministro de Hacienda, las expresiones de Giménez dejan al país con una imagen de “poco serio”. “El Gobierno con frecuencia nos sorprende con ideas muy llamativas. Pareciera que son más producto del deseo que del razonamiento y termina, casi siempre, con una marcha atrás. En este caso, el ministro de Industria y Comercio, quien formula una idea o propuesta de esa magnitud en el mercado laboral para atraer a inversores”, dijo Borda a ÚH.
Señaló que “ser mínimamente serio como ministro supone haber conversado con el presidente de la República, con el Equipo Económico, la ministra de Trabajo para lanzar la idea de la flexibilización laboral y la eliminación del salario mínimo. Termina asumiendo que fue una simple idea personal”. “Este tipo de cosas evidencia la falta de institucionalidad del Gobierno y, lejos de atraer inversionistas, espantan a los posibles inversionistas por la poca seriedad y la falta de coordinación en el gobierno”, lamentó.
Asimismo, Borda señaló que los inversionistas buscan primariamente seguridad jurídica, institucionalidad del gobierno, buen ambiente de negocios, gobierno eficiente para ofrecer infraestructura y logística para el negocio. “El salario mínimo existe en la gran mayoría de los países y el marco normativo laboral. Es cuestión de consultar a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la que Paraguay es miembro. Además, la Constitución Nacional prevé normas sobre el salario”, puntualizó.
Productividad. Por su parte, el economista Víctor Raúl Benítez refiere que la inversión seria, en general, busca la productividad.
“La productividad es relación beneficio versus costos. Esto se puede dar de dos formas. Más producción o menos costos por unidad de factor de producción utilizado en el proceso”, dijo.
Al mismo tiempo, sostuvo que el recurso humano “es el único factor cuya agregación de valor depende de su calidad en términos de educación, salud, calidad de vida, vivienda, transporte público para estar a hora, etc.”, por lo que los bajos salarios no suponen una agregación de valor.
“La gente no capacitada y que vive mal es cara. Lo barato sale caro en productividad, y no hay atractividad del país. Por ejemplo, Uruguay, con el salario mínimo más alto de Sudamérica, es uno de los países más exitoso en atraer inversión extranjera directa”, dijo Benítez.
Polémica. Giménez encendió una fuerte polémica con la idea de eliminar el sueldo mínimo y luego tuvo que apagarla con aclaraciones. El ministro afirmó que eliminar el salario mínimo podría ubicar a Paraguay como un país con reglas laborales flexibles y, por ende, atraer mayores inversiones. Sus expresiones no tardaron en generar reacciones, ya que fueron interpretadas como una intención del Gobierno de eliminar el sueldo base.
Giménez afirmó que sus expresiones fueron “sacadas de contexto”. Asimismo, el propio Ministerio de Trabajo tuvo que emitir un comunicado para aclarar que el Gobierno no tienen en su agenda la intención de suprimir el salario base.