Ellas, las que se dedican a las labores domésticas no remuneradas creen que esa labor hogareña no representa un aporte importante a la sociedad, pero es lo contrario.
Las tareas domésticas son “poco valoradas y menospreciadas”, según la investigadora de género, Lourdes Fernández de Rius.
Ella sostiene que la doble y triple jornada de trabajo para las mujeres se acrecienta y tiene implicaciones económicas, porque “el trabajo doméstico no solo no se remunera, sino que ni siquiera se cuantifica, y aparece atribuido a la mujer de modo natural por su condición de género”.
Tal vez, muchas le restan valor al trabajo doméstico por esa cuestión natural de que la limpieza y la cocina son un campo “natural” de las mujeres, no de los hombres, según los mandatos sociales.
El trabajo doméstico no remunerado representa un valor del 10,2% del PIB, es decir, G. 20,9 billones, según datos del 2016.
Las cifras corresponden al informe “Visibilizar el valor del tiempo: El trabajo no remunerado en los hogares y su incidencia en el desarrollo del Paraguay” de la investigadora paraguaya Claudina Zavattiero, especialista en Población y Desarrollo.
En el país se estima que 1.300.000 mujeres de 14 años se dedican a las tareas de cuidado.
Las tareas de cuidado de ellas generan el 74% del aporte estimado sobre el PIB, que es de G. 15,4 billones.
Las cifras son contundentes y muestran la importancia de la labor doméstica y de cuidados de las mujeres.
La necesidad de instalar la importancia de las mujeres con las tareas de cuidado y el trabajo doméstico no remunerado, se insistió durante la lectura del manifiesto tras la marcha del 8M, en el Día Internacional de la Mujer. Se puso en relieve que las mujeres dedican en promedio 28 horas semanales de trabajos no remunerados.
Las mujeres dedican 28,7 horas al trabajo no remunerado, lo que implica aproximadamente 4 horas por día, representando más del doble de horas que los hombres, que dedican 12,9 horas semanales en promedio, según los resultados de la Encuesta sobre actividades remuneradas y no remuneradas del INE.
Ante esta acuciante realidad, Claudina Zavattiero, propone crear condiciones para la autonomía y participación de las mujeres en la vida política y pública mediante políticas nacionales de cuidados para reducir la carga del trabajo doméstico no remunerado.
También, insiste en la importancia de implementar la política de igualdad, de cuidados, económica, de empleo y protección social con servicios de cuidado.
Incluso, la organización Emancipa lidera la campaña Hechakua´a que invita a los hombres a ayudar en las tareas domésticas y de cuidado para disminuir la carga y responsabilidad de las mujeres. “Amar es ser hechakua´a”, dice la campaña e invita a los hombres a colaborar en las tareas para que todo sea más leve.
Y, usted, ¿colabora con las tareas domésticas?