23 nov. 2024

Emblemáticos restaurantes no resisten la crisis y cierran

Varios locales gastronómicos anunciaron, incluso durante la cuarentena, el cierre definitivo al público. Gremios del sector temen que la situación empeore y origine una cadena de más quiebras.

Cerrado. Óscar Pintos  muestra resignado el cartel del local.

Cerrado. Óscar Pintos muestra resignado el cartel del local.

“En Ñande Bar nos fuimos a la mierda. Rematamos todo. ¡Gracias Marito y Honorables diputados y senadores!”, reza el furibundo cartel con el que este establecimiento anunciaba su cierre al público por no poder sobrevivir a la crisis económica que varios sectores arrastran más fuertemente a causa de la pandemia de Covid-19. Los propietarios de este bar, los hermanos Óscar y Alejandro Pintos, decidieron cerrar y rematar todo lo que tienen en mobiliarios y enseres para poder pagar las deudas que arrastran.

Así como Ñande Bar, otros restaurantes y bares que se ganaron el prestigio y la preferencia de los comensales como Tierra Colorada, Luna 21, Struway Cantina, Zulu, Paulista Grill, La Molleja, La Cantina, Black Tap y todos los locales de Plaza Moiety se vieron obligados a cerrar, algunos sin hacer mucho ruido, por no poder superar la retracción económica que supuso para ellos el estar vedados al público durante el largo periodo de tres meses.

Además, el hecho de que muchos no pudieran siquiera acceder a créditos colaboró para que sucumbieran más rápidamente ante la pandemia del Covid-19.

SIN MEDIDAS. “Lo que veníamos anunciando desde semanas atrás, lastimosamente, comienza a hacerse realidad. La crisis empieza a cobrar cada vez más víctimas y si el Gobierno no reacciona rápido, con medidas económicas fuertes, los anuncios como los que se dieron ayer se van a convertir en una triste constante”, indicó el empresario gastronómico, Juan G. Grassi, dirigente de la Asociación de Gastronómicos y Afines (Agapy), y uno de los más férreos críticos de la política gubernamental de Mario Abdo Benítez, al que acusa de no reaccionar ante la situación de crisis planteada en varios sectores de servicios del país.

Paralelamente, uno de los propietarios de Ñande Bar, Alejandro Pintos, anunció a través del Twitter que cierran el local al público pero que aún no pueden rendirse, por lo que seguirán haciendo delivery de comidas, además de rematar todos los enseres del coqueto y acogedor bar que regentaba, debido a que aún tienen muchas deudas que pagar.

El sector está mal. Néstor Filártiga, dirigente de la Asociación de Restaurantes (Arpy), dijo que Paulista Grill es el único asociado que les anunció oficialmente que cerraría definitivamente sus puertas, hasta el momento. Sobre el restaurante Acuarela, que trascendió que también cerraría, Filártiga indicó que tenía entendido que se mudaría de local porque es un concepto de negocio que precisa mucho volumen de comensales, pero con la presencia de la pandemia, ya no es posible.

“Fuera de nuestra asociación, sabemos de locales como Zulu, Luna 21, todos los de la Plaza Moeity ya cerraron y el lugar se reconvertirá a otro tipo de negocio. O sea, que todo el sector está siendo muy golpeado y entendemos desde nuestro gremio que la decantación va a ser importante”, sentenció el empresario gastronómico.

“El sector se encuentra muy mal”, ratificó Filártiga, debido en gran medida al eje de comunicación basado en el miedo, en que la gente tiene temor a salir, además de la parte monetaria que también pesa mucho.

“La gente tampoco quiere cumplir con el protocolo establecido por los locales, además de la parte económica que es un factor muy importante, porque no hay plata y el que tiene, no gasta. También la gene aprendió a cocinar en la casa, hay muchísimas reuniones que antes se hacían en los restaurantes y que ahora se hacen en las casas. Veremos qué pasa en las próximas semanas”, concluyó.