El forense de Alto Paraná, Martín Alfaro, reveló que en ese Departamento no hay morgue estatal y los guantes para la inspección de los cuerpos de la abogada y escribana Carmen Ruíz Díaz, como el de su hijo, la tuvo que hacer en una funeraria de Ciudad del Este.
Al respecto el fiscal general del Estado, Emiliano Fernández Rolón, consideró “desatinadas opiniones” del profesional. Señaló que el servicio de medicina forense “no es un trabajo más del médico” por lo que el trabajo en los turnos es obligatorio.
Además, afirmó que “ningún funcionario puede lanzar comunicados que afectan a la institución y menos denostar la labor de sus compañeros fiscales”. Indicó que las denuncias se deben hacer, en este caso, ante la Inspectoría General.
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Asimismo, sostuvo que cualquier persona que asume un cargo en el Ministerio Público debe estar al tanto de la “naturaleza de la misión y el rol de cada profesión en el mismo”. “El funcionario es libre de asumirlo o elegir otra actividad lucrativa”, agregó.
También alegó que la falta de laboratorio forense en cada circunscripción es un “reclamo institucional”. “No obstante, el alegar la ‘falta de insumos’ para no cumplir el compromiso, es una falacia irresponsable”, aseveró.
“El luctuoso suceso de Pdte. Franco, exigía más compromiso”, finalizó el comunicado.
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Alfaro criticó la centralización de medicina forense y peritaje de tecnología en Asunción, donde hay cerca de 15 médicos más que en Alto Paraná, que cuenta con aproximadamente 850.000 habitantes.
Igualmente, indicó que en el interior, las unidades de medicina forense consisten en una pequeña oficina con una computadora y una impresora, cuando que ellos necesitan instricumentales, microscopios, como también una morgue.
Sus declaraciones se dieron luego de que el fin de semana se encontraran los cadáveres de Ruiz Díaz y su hijo de 5 años en distintas partes del río Paraná. Aún sigue desaparecida la niña.