El estudio, realizado por el Observatorio del Clima, atribuye principalmente el aumento de las emisiones de gases a los cambios en el uso del suelo, lastrados por la deforestación en el Amazonas, y la utilización de la energía, influenciada por el aumento de las termoeléctricas de fuentes fósiles y el consumo de combustibles.
Las actividades relacionadas con los cambios en el uso de la tierra representaron el 35 % de las emisiones, seguidas por las del sector de la energía (30 %), agropecuario (27 %), procesos industriales (6 %) y residuos (3 %).
“Este crecimiento no es nada despreciable. Todos los sectores de la economía elevaron sus emisiones en 2013", afirmó Carlos Rittl, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, una red formada por varias organizaciones de la sociedad civil que luchan contra el cambio climático.
En el grupo participan, entre otras, Greenpeace, SOS Mata Atlántica, WWF Brasil y Instituto Socioambiental.
El documento también informó de que los brasileños, per cápita, emiten 7,8 toneladas de dióxido de carbono, lo que supone el primer aumento de intensidad de emisiones desde 2004, cuando alcanzaron el máximo de 16,4 toneladas por habitante.
De acuerdo con André Ferretti, coordinador del Observatorio del Clima, las emisiones brasileñas representan el 3 % del total de las que se emiten a nivel global, la mitad del 6 % que el país suramericano contribuía en 2004, un avance que fue considerado “satisfactorio”.
“Venimos mostrando que Brasil hizo un gran esfuerzo y disminuyó las emisiones, pero el objetivo del Observatorio con esas estimativas es que podamos detectar tendencias e intentar corregir o pensar en nuevas políticas públicas”, subrayó Ferretti.
Brasil tiene el 2,8 % de la población del planeta y responde por el 5 % del territorio.