Con una colorida bienvenida y mucha emoción fueron recibidas las urnas que contienen los restos sagrados de la beata paraguaya María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga.
Tras mucha expectativa, sus restos arribaron al país alrededor de las 4.50 de este martes en el aeropuerto Silvio Pettirossi, donde cientos de fieles ya le estaban aguardando, entre ellos, su hermana, Mirella Guggiari.
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Flores y canciones en su honor adornaron los primeros metros de la procesión luego de salir del avión que trajo las urnas al país, luego de permanecer un tiempo en Italia. Posteriormente, se realizó una misa en el estacionamiento de la principal estación aérea del país.
El mensaje para los jóvenes
El monseñor Adalberto Martínez, durante la celebración religiosa, destacó la figura de Chiquitunga como una verdadera representación de la juventud y una verdadera flor de la primavera.
Recordó cómo fueron sus inicios para consagrarse a la fe de Dios, no sin antes pasar por momentos complicados y hasta poner en duda su misión como devota y evangelista.
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“Chiquitunga fue elegida a través de diversos ministerios de su perfeccionamiento en la santidad. Fue apóstol, catequista, docente, servidora y contemplativa, tanto en la acción como en la oración”, afirmó el obispo.
En este sentido, dio un mensaje a la juventud del país. “La vida de Chiquitunga, de testimonio de amor al prójimo es una propuesta para los jóvenes de hoy, quienes precisan aventurarse en este camino de entrega total a Dios, a través del amor de Dios manifestado en el amor a los demás”, enfatizó.
Dijo que la vida de la beata invita al compromiso social y político, por el bien común del país.
“Queremos jóvenes valientes que entren en la cancha y jueguen limpio, dándolo todo por un país mejor, jóvenes que no se queden callados ante las injusticias, que no sean cómplices de las irregularidades, que expresen lo que les inquieta y afecta y que participen activa y permanentemente en los espacios que la ley garantiza, sirviendo a la patria y la comunidad”, subrayó.
Urnas estarán en el Monasterio de las Carmelitas
Posteriormente, una de las dos urnas se depositarán en el Monasterio de las Carmelitas de Asunción, en el barrio que lleva el mismo nombre de la orden, ubicado en Nuestra Señora Del Carmen 1141 casi San Rafael.
Una vez llegada las reliquias en el lugar, se ofrecerán dos misas diarias, a las 6.30 y 18.30. Esto se extenderá hasta el 28 de setiembre. También se hará el rezo del rosario a las 17.45 y tanto de mañana como de tarde se ofrecerán confesiones.
La segunda reliquia, a la que denominan peregrina, recorrerá todo el país, específicamente en las parroquias que pidan a las carmelitas que la urna más pequeña los visite.
Las reliquias de Chiquitunga vuelven después de tres años a Paraguay. Las urnas fueron enviadas el 26 de marzo de 2018 para el tratamiento de su conservación y se retrasó desde entonces debido a la pandemia del Covid-19.
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La llegada de las reliquias de la beata coincidieron con el Día de la Primavera, por este motivo los fieles fueron invitados a recibirlas este martes con flores.
María Felicia de Jesús Sacramentado nació en Villarrica el 12 de enero de 1925, ingresó a los 30 años al Monasterio de las Carmelitas Descalzas en febrero de 1955 y en agosto tomó el hábito y tuvo cuatro años de entrega silenciosa.
En 1959 falleció a raíz de una hepatitis infecciosa y en agosto de 2018 fue proclamada oficialmente como beata paraguaya.
A los 14 años ya se unió a la Acción Católica, trabajó ayudando a niños, jóvenes trabajadores, universitarios con problemas y además a los pobres, los enfermos y los ancianos