Un voluminoso Mariscal Francisco Solano López, acompañado de la pelirroja Madame Lynch, atraviesa los campos de Acosta Ñu, seguido por los restos de un ejército en harapos, pero todavía combativo.
Es la escena que se pudo observar por primera vez, ante el aplauso emocionado de más de 1.000 personas congregadas en lo alto de la nueva ruta asfaltada que une a la ciudad de Eusebio Ayala con el Cerro de la Gloria.
La conmemoración de la histórica batalla de Acosta Ñu se hizo esta vez en el mismo sitio en que se libraron los enfrentamientos, gracias a un acuerdo con los propietarios del sitio, declarado Patrimonio Cultural y Antropológico por la Secretaría Nacional de Cultura.
Poco después de las 11.00 tuvo lugar la representación teatral, que escenificó el momento principal del combate, con niños y jóvenes especialmente ataviados, mientras un narrador, con el uso de efectos de sonido, iba detallando los sucesos históricos.
Al término de la conmemoración, que rinde homenaje anticipadamente al Día de los Niños, los visitantes pudieron ingresar a reconocer los campos de batalla.