El féretro con los restos de la reina, fallecida el día 8, fue transportado desde el Salón de Westminster (en el Parlamento), donde estuvo abierta varios días la capilla ardiente, en una cureña tirada por más de 100 marineros de la Marina británica.
El rey Carlos III y sus tres hermanos, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo, así como los príncipes Guillermo y Enrique, nietos de Isabel II, caminaron junto al féretro. Los príncipes Jorge y Carlota desfilaron asimismo al lado de sus padres, los príncipes de Gales.
El ataúd permanecerá cubierto con el Estandarte real, la corona imperial; el orbe real, pieza que representa al mundo cristiano, el cetro de oro, que simboliza el poder, y una corona de flores.
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El funeral está a cargo del deán de Westminster, David Hoyle, quien destacará la dedicación de Isabel II como jefa de Estado durante siete décadas, antes de pronunciar la bendición.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, será quien pronuncie el sermón, antes de que el Reino Unido guarde dos minutos de silencio y se escuche el himno nacional en la abadía.
El funeral se celebra en presencia de los reyes de España, Felipe VI y Letizia; del presidente de EEUU, Joe Biden; del jefe de Estado de Francia, Emmanuel Macron, así como los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima; y los reyes de Bélgica, Felipe Matilde, y otros dignatarios del mundo.