Según el diario New York Times, que cita a varios de los despedidos de SpaceX, unos anónimos y otros con nombre y apellido, los firmantes fueron amonestados en público en la empresa.
Esto, al considerar que su carta era un acto extremista, y el vicepresidente de SpaceX, John Edwards, les recordó que Elon Musk podía hacer lo que le pareciese en la compañía: “SpaceX es Elon y Elon es SpaceX”, les dijo. Poco después, fueron despedidos.
El rotativo dedica un largo artículo a este incidente, que según él pone de manifiesto la dificultad de manifestar conformidad o disenso dentro de las compañías de Elon Musk, quien a su vez ha mostrado poca simpatía con los intentos de sindicación de sus empleados.
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El martes último, el mismo diario publicó que más de dos decenas de empleados de Twitter habían sido despedidos por mostrarse críticos con Musk.
Además, el miércoles se supo que había dado un ultimátum a los trabajadores restantes de la red para que manifestaran “un desempeño excepcional” consistente en “trabajar muchas horas a alta intensidad”, o de lo contrario serán despedidos.
El incidente también revela otro de los problemas de la red de empresas de Elon Musk, como es la confusión entre unas y otras, manifestada en varias ocasiones: el magnate no solo ha vendido acciones de Tesla (por valor de USD 4.000 millones) para financiar su compra de Twitter, sino que ha traído a expertos de sus otras empresas para rediseñar las nuevas funcionalidades de la red social.