Un proyecto de gran envergadura está en etapa de análisis de gestión de impacto ambiental ante el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades, ex Seam), dicho proyecto es encarado por las empresas Atenil SA y Victoria Paraguay SA, esta última es arrendataria de las tierras de la secta Moon, en Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay. El principal objetivo es la construcción de un puerto privado.
El plan de construir un puerto privado se sitúa en una zona que fue declarada patrimonio histórico de la comunidad por el Ministerio de Educación y Ciencias, a través de una resolución (Resolución 20/2006) y una ordenanza municipal (Ordenanza 09/1998).
La información sobre el proyecto de instalación de un puerto privado en la localidad se hizo pública a través del portal del Mades, entonces Seam, donde se dan a conocer los detalles del proyecto para la realización de un estudio de impacto ambiental. En tanto, los habitantes desconocen esta tratativa.
En este caso, el proyecto de la firma de capital extranjero estaría chocando con la declaración de una institución del Estado y, por otro lado, con una ordenanza del municipio que fue resuelta justamente para la protección de los sitios históricos.
Además, en el lugar se encuentra el monumento a los Defensores del Chaco, ubicado a la vera del río Paraguay, donde se encuentra un antiguo puerto utilizado en la Guerra del Chaco.
Antecedentes en Puerto Casado
En el año 2000, la empresa Victoria SA había alambrado la propiedad para impedir el acceso de los vecinos, privatizando de esta manera la orilla del río donde está situado el monumento a los héroes del Chaco.
Mediante una manifestación ciudadana, las autoridades pudieron desalambrar el sitio, el cual volvió a ser público hasta ahora, pero –según el plano del proyecto de terminal portuaria– el lugar volvería a estar afectado.
Actualmente, en Puerto Casado la navegación, el embarque y el desembarque se realiza en un puerto libre controlado por la Armada Nacional.
Según la justificación de la empresa extranjera, la construcción de la terminal portuaria no afectaría al medio ambiente ni al ecosistema, pero no tiene en cuenta la declaración de patrimonio histórico del sector que pretende utilizar para el puerto privado.
Como balde de agua fría
Por su parte, Judith de Medina, intendenta de la ciudad, comentó a Última Hora que no fueron notificados en ningún momento y que la noticia les cayó como un “balde de agua fría”. Afirmó que nuevamente una empresa ligada a la secta no respeta a la institución.
Sostuvo que no permitirá que la zona histórica sea privatizada y que para ello tomará acciones legales contra la empresa.
Igualmente, señaló que espera que desde el Mades se rechace el permiso y que, a su vez, la Contraloría General de la República intervenga.