El director del Centro de Formación IAE, Justo Silva, cuestionó la falta de claridad en la aplicación de los descuentos, identificando tres problemas: las entidades intermediarias no estaban reteniendo el INR, no se sabía a quienes retener, y que los proveedores del exterior no aceptan las retenciones.
A renglón seguido, señala que los descuentos solo quedaron postergados para las entidades financieras, pero siguen vigentes para los contribuyentes del impuesto a la renta empresarial (IRE). Por esto, las empresas pasaron a convertirse en agentes de retención, absorbiendo los sobrecostos que esto conlleva.
“Como cualquier profesional sabe, normalmente los proveedores del exterior no aceptan las retenciones, este hecho desencadena en un costo importante para las empresas: tendrán que absorber la retención y para colmo de males esta absorción es un gasto no deducible”, expresó.
“Muy vivos los de la SET, suspenden la aplicación de la retención para entidades intermediarias, pero al mismo tiempo designan como agentes de retención a los contribuyentes del IRE general, quienes al final son los que van a pagar por la ineptitud que en todo momento demuestran quienes están al frente de la Administración Tributaria”, acotó Silva.