22 feb. 2025

Empresaurios

Analizando qué escribir para este espacio, recordé una conversación que tuve con un joven a quien había conocido en uno de mis tantos paseos por el barrio.
Me contó que trabajaba como guardia 16 horas por día.

–¿Cuánto te pagan?– le pregunté curiosa por tantas horas de trabajo.

–Un millón por mes– me respondió.

Me golpeó esa información. Me dolió hasta el alma. No puedo creer que se sigan con estas prácticas tan inhumanas y que ni siquiera paguen el salario mínimo es de casi 2.800.000 de guaraníes por mes.

Cabe mencionar en Paraguay 282.000 personas ganan el salario mínimo, lo que corresponde al 17,1% del total de asalariados del país, mientras que el 41,5%, 604.164 personas, percibe un salario menor. (*)

Yo creo que esta situación tan triste se vive en casi todo el país. Nuestra pobre gente, espera y necesita un trabajo que les ayude a mantener una alimentación sana, contar con vivienda digna, y una buena educación para sus hijos. Lo peor de todo esto, es que deben conformarse con lo que les dan y no se atreven a pedir más porque hay tantos desempleados y tanta falta de trabajo formal, que lo poco que reciben ya es un apoyo para alimentarse a medias, con lo rubros más básicos como pan, mandioca, arroz y con suerte, un poco de carne de segunda.

Me pregunto cómo viven y duermen estos “empresarios” con todo ese peso en su conciencia, o me equivoco y están tranquilos, no les afecta el problema de su gente, como si la pobreza que tenemos en nuestro país no fuera asunto de ellos. Yo creo que sí, que es un problema de todos nosotros, los que vivimos en nuestro querido y enfermo Paraguay. Enfermos de pobreza, de falta de educación, de la miseria, de los techos que los cobijan y las enfermedades que sufren por falta de condiciones ambientales y de salud porque por supuesto no los inscriben en IPS.

Sigo esperando que se tomen decisiones y que nuestras autoridades se ocupen de que esta gente irresponsable, que no se ocupa de pagar lo que se debe, al menos el salario mínimo, y el pago de horas extras que les deben cubrir, como se contempla en la ley.

Recuerdo que años atrás venían inspectores a controlar las empresas para ver si se cumplían con estos requisitos obligatorios. La verdad es que no sé si lo siguen haciendo, pero lo deberían reforzar, buscando mecanismos más estrictos y de cumplimiento inmediato, así como también los castigos correspondientes.

Pido al Gobierno que mantengan estas visitas a las empresas para verificar en qué condiciones están los empleados, cuánto es su salario mensual, cuántos y quiénes son, controlar la lista de pago al Instituto de Previsión Social y confirmar si todos ellos figuran en la nómina.

Confío en que se pongan en el lugar de nuestros compatriotas, que esta problemática toque sus corazones y hagan lo correcto.

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Carolina Cuenca