Se trata del centro Transformando Vidas, que trataba a personas con problemas de adicción a las drogas, donde, presuntamente, maltrataban a los pacientes.
La denuncia realizaron comisionados del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), quienes recibieron información de familiares de los afectados.
El equipo que intervino en el sitio estuvo encabezado por el fiscal Adriano Rienzi, quien se mostró sorprendido por el hallazgo de una celda que contaba con un guardia, similar a las que se utilizan en las comisarías o en los centros penitenciarios.

Esto reforzó las sospechas de hechos de maltrato e incluso de torturas en el sitio.
A raíz de ello, se determinó la detención de la dueña.
Los afectados, en entrevista con los comisionados del MNP, denunciaron agresiones físicas, terapias de ducha fría, encierro en celdas a las que ingresaban esposados y amenazas de ser llevados a un hospital siquiátrico, entre otros. El sitio funcionaba también como un hogar de ancianos, pero no contaba con la habilitación de los organismos rectores, informaron fuentes del procedimiento.
El organismo que vela por el cumplimiento de los derechos humanos también expuso en su informe que los pacientes que allí ingresan no son inspeccionados por un profesional –exámenes físicos, controles de rutina– para considerar un tratamiento de desintoxicación a los que supuestamente son sometidos.