Trump anunció el domingo esta medida para el acero y al aluminio que entra en Estados Unidos, que ya tomó durante su primer mandato para proteger la industria de su país.
China, el mayor exportador de acero del mundo, subrayó que no hay ganadores en las guerras comerciales y que “el proteccionismo no tiene salida”.
El portavoz chino de Exteriores, Guo Jiakun, declaró que China se opone a la politización de cuestiones económicas y que, en contraposición, su intención ha sido siempre “crear un entorno empresarial internacionalizado, basado en el derecho y orientado al mercado”.
China exportó más de 100 millones de toneladas de acero en 2024, pero EEUU no está entre sus principales compradores, mientras que un 3% del aluminio importado por EEUU procede de China
Este lunes entraron en vigor los aranceles impuestos por China a productos estadounidenses en respuesta a los aplicados por Washington a las importaciones chinas.
La Comisión Europea, por su parte, señaló que la imposición de aranceles como pretende Trump “sería ilegal y contraproducente”.
Estados Unidos es el destino de un cuarto de las exportaciones europeas de acero, una industria sometida a una gran competencia internacional y a la caída de la demanda del sector automovilístico.
Francia exigió que la Comisión imponga aranceles a productos estadounidenses de forma inmediata.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, avanzó que tiene prevista una llamada con Trump para defender ante Estados Unidos “la exención de los aranceles al acero y al aluminio para Australia”.
Corea del Sur, por su parte, celebró una reunión de emergencia para evaluar el impacto en distintas empresas del anuncio de Trump, con representantes de las principales siderúrgicas locales. EFE