Durante su intervención, Grimm abordó una realidad alarmante: cada año, toneladas de alimentos en buen estado son desechadas mientras millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria.
Según la FAO, un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o desperdician, lo que representa una crisis ética y social, además de un problema medioambiental que agrava el cambio climático.
Grimm enfatizó el compromiso del sector supermercadista paraguayo, en particular de algunos supermercados asociados a Capasu, que implementaron programas de aprovechamiento de alimentos. Estas iniciativas permiten que los productos que ya no pueden ser comercializados, pero aún son aptos para el consumo, se donen a organizaciones no gubernamentales que ayudan a personas en situación de vulnerabilidad.
En 2023, los programas de reaprovechamiento de alimentos de Casa Rica y Areté lograron rescatar 127.680 kilos de alimentos, permitiendo alimentar y nutrir a 652 personas durante todo el año en seis hogares e instituciones. De esta forma, se pudo mejorar la calidad de vida a través de la apropiada alimentación a niñas, niños, personas de la tercera edad y personas en situación de calle.