Jóvenes con discapacidad física e intelectual aprovecharon el Día de la Primavera y el Día de la Juventud para hacer un llamado a la inclusión. Piden oportunidades para seguir avanzando en el proceso de construcción social.
La Fundación por los Derechos del Niño en Desarrollo (Denide) trabaja en Paraguay desde 1966 y desde entonces se enfoca en una sola misión, impulsar los derechos de personas con discapacidad intelectual.
Esto se aplica en la organización con diversas dinámicas, como programas educativos y comunitarios de calidad que promueven el desarrollo de potencialidades y habilidades para la inclusión educativa, social y laboral plena de los beneficiarios.
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“Siempre hay cosas en las que se debe mejorar”, mencionó a Última Hora Sebastián Querey, encargado de Comunicación de Denide.
Lamentó que si se siguen ejecutando acciones para llamar la atención de la ciudadanía es porque muchas veces la exclusión inicia en la casa, y considera que esa es una barrera que se debe romper con pequeñas acciones para alcanzar una sociedad más inclusiva.
Los programas de Denide benefician a más de 100 usuarios con discapacidad intelectual de entre 6 y 45 años de edad. Busca dar oportunidades de desarrollo y aportar en el plano laboral para que los jóvenes puedan alcanzar su autonomía y adaptación social.
También realizan cursos de alfabetización de adultos, atención médica, fonoaudiología, psicología comunitaria y se encargan de la alimentación periódica de los usuarios de la institución.
La Fundación Saraki se concentra en las oportunidades laborales para los jóvenes y adultos tomando como base la educación. Ejecutan programas relacionados con la formación y capacitación sociolaboral.
“Lo que buscamos es aumentar las oportunidades para que jóvenes y adultos con discapacidad puedan ingresar al mercado laboral, hagan vida comunitaria, que tiene que ver con acceso a participación ciudadana y social”, explicó Diana Elizeche, gerente del Programa de Educación Inclusiva de la Fundación Saraki.
Celebró que cada vez son más las empresas que apuestan a la inclusión y todas obtienen resultados positivos y notorios.
“Las experiencias son positivas e impactan en el servicio que ofrecen, en la producción, la calidad humana y en un ambiente laboral más positivo y cálido, entonces se animan y apuestan a la inclusión”, destacó.
Las estadísticas
La Secretaría Nacional de la Juventud informó que el 64% de los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad participan en el mercado laboral, ya sea en busca de un puesto o desempeñándose en uno.
Pero el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) reveló que el 18% de los jóvenes no estudia ni trabaja, y el 40% gana menos del salario mínimo, lo que revela que la inclusión laboral también se debe aplicar con justicia y verdaderas oportunidades.
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Paraguay tiene una población mayoritariamente joven, según el último reporte de bono demográfico del Censo Nacional de Población y Vivienda (2012). De la cantidad de habitantes, el 62,5% es joven y está en edad productiva, por lo que el sistema debería seguir trabajando para que ningún joven quede sin oportunidades de crecimiento y desempeño para el crecimiento personal.