Una multitud de unos dos millones de personas, según los organizadores, exigió ayer en Hong Kong que se retire el proyecto de ley para autorizar extradiciones a China, forzando a la jefa de Gobierno pro-Pekín a pedir disculpas por haber provocado conflictos y disputas.
En medio de la fuerte presión que sufren las autoridades, se anunció este domingo además la liberación, el lunes, del militante prodemocrático Joshua Wong, líder de la célebre revolución de los paraguas de Hong Kong, en 2014. “En la marcha de hoy tuvimos casi dos millones de personas”, afirmó a la prensa Jimmy Sham, del Frente Civil por los Derechos Humanos. El cortejo de personas vestidas de negro se dirigió hacia el Parlamento local, tal como había hecho el domingo pasado.
Acusada de autoritarismo, Carrie Lam tuvo que pedir disculpas ayer, y reconoció que deficiencias en la labor del Gobierno llevaron a muchos conflictos y disputas en la sociedad de Hong Kong y decepcionaron y angustiaron a muchos ciudadanos.
En China, los medios de Estado y las redes sociales guardaron silencio sobre la protesta, sin mencionar tampoco la marcha atrás del Gobierno de Hong Kong. AFP