El tiempo no pasa. La gran cantidad de personas que acuden a los hospitales por la epidemia de dengue hace que la atención se demore más. La espera puede llegar incluso hasta las ocho horas o más. Algunas denuncias señalaron que la espera se extendió 12 horas. Eso fue catalogado como imposible por el doctor Juan Carlos Portillo, responsable de la Dirección General de Desarrollo y Servicios de Salud del Ministerio de Salud Pública.
Lo que puede ocurrir es que un paciente va a la primera consulta, es atendido por el médico, se le pide hemograma, plaquetas. Luego va al laboratorio y eventualmente se aguardan los resultados. Por ahí tiene algún signo de alarma y se lo deja en espera, detalla Portillo.
“No es tal vez un caso para hidratación e internación formal. Después cuando esté su resultado de análisis, el mismo día requiera una reevaluación, que sería la segunda consulta, con los resultados. Eso llevaría cuatro, seis horas, un tiempo así. Esa es la información que tenemos. Pero 12 horas es improbable”, enfatizó.
Portillo recordó que recientemente el Ministerio de Salud dispuso la distribución de pulseras para agilizar la atención de los pacientes que van para su segunda consulta.
El tiempo de espera variará de acuerdo al agendamiento de la persona que va al centro asistencial. En el Hospital Materno Infantil de Loma Pytá el agendamiento por hora puede llegar hasta 30 pacientes con un promedio de 10 minutos para llegar a un médico , refirió el director de la institución Luis María López.
Existe la posibilidad de que esta cantidad pueda ser cubierta por tres médicos a la vez. En ese sentido, el promedio de espera de atención por persona podría estar entre los 90 a 120 minutos, detalló. “El promedio es eso, entre una hora y media y dos horas”, refirió López.
El tiempo de espera que se calcula desde que uno se agendó hasta que sea llamado, depende del mo mento en que llega la persona y el turno que le toque ocupar.
De ahí la espera puede extenderse a tres horas o más. En el hospital de Loma Pytá disponen de cuatro médicos aproximadamente para dar cobertura a la avalancha de afectados por el dengue, especificó su director.
Tensión
Nervios, impaciencia, rabia. Estos son los síntomas del malestar social que afloran en las salas de espera de los hospitales donde decenas de personas aguardan cada día ser vistas por un médico.
Asegurados del IPS denunciaban que en una de las clínicas de la previsional, solo existía un médico para la atención a los pacientes.
El Hospital de Barrio Obrero, uno de los que recibe mayor volumen de personas, también vivía una situación similar. Varias personas señalaron que ya llevaban ocho horas esperando a consultar por los síntomas de dengue. Comentaron también que un solo médico estaba a cargo del trabajo.
La doctora Rosanna González, del Sindicato Nacional de Médicos, detalló que a las 17.00, había pacientes que aguardaban su turno desde el mediodía. La referente gremial de los médicos pidió además a la población que no dirija su rabia hacia los trabajadores de la salud, señaló que no son ellos quienes tienen a su cargo las políticas públicas.
La actual epidemia también trae consigo la vulnerabilidad a la que están expuestos los trabajadores de la salud. En varios centros asistenciales denunciaron que muchas veces reciben agresiones de los pacientes y familiares de estos, a causa de la impaciencia y el nerviosismo que genera la larga espera.
Se estima que febrero será el mes en que se alcanzará el punto más alto de la epidemia actual.
17.840 casos sospechosos de arbovirosis se han acumulado en lo que va del año en la actual epidemia de dengue.
100 por ciento es el incremento que se ha registrado en las consultas en varios hospitales por la gran afluencia.
El mismo día tal vez el paciente requiera una reevaluación. Eso llevaría una espera que estaría entre cuatro a seis horas. Juan Carlos Portillo Ministerio de Salud.