El escándalo mayúsculo de la contratación de imberbes hijos como asesores de sus padres congresistas con salarios millonarios sigue marcando el caliente clima político de enero. La indignación ciudadana caló en algunos pocos legisladores que se vieron obligados a descontratar a sus hijos de los inmerecidos cargos, despotricando contra la prensa por exponer a sus retoños ante el gran público. Ninguno hizo una autocrítica decente asumiendo el acto de corrupción (ilegal, amoral y antiético).
Sin duda, uno de los casos más irritantes fue el de Ariel Godoy, de apenas 19 años, quien percibía G. 9.500.000 como asesor de su madre, la diputada liberocartista Roya Torres. Cuando la prensa demostró que el joven simulaba trabajo, su madre anunció su renuncia. Tras asumir toda la responsabilidad de los hechos, la diputada acusó a la prensa de acosar a su hijo.
Otro que acusó recibo fue el diputado liberocartista de Canindeyú, Cleto Giménez, quien hizo contratar a su esposa y a sus dos hijas, sumando salarios por casi G. 49 millones. Prometió la renuncia de sus dos hijas.
El resto no tomó nota. Ni Monserrat Alliana, la hija del vicepresidente de la República, cuya tarea específica se desconoce, así como su formación profesional, pero gana G. 18 millones; ni la hija del diputado Adorno, Silvana, ni de los demás que integran la desvergonzada lista del nepotismo.
RETRATO. Quien se destacó esta semana fue el diputado colorado de Canindeyú, Benjamín Cantero, y su peculiar explicación de la contratación de su esposa como su secretaria con un salario de G. 12.700.000. Más allá de la anécdota y las burlas por declarar que no podía contratar a otra mujer porque de lo contrario su casa se incendiaría, lo que le valió el mote de nepoloro, sus explicaciones revelan el concepto de cierta clase política sobre su rol en una República, además de la desconexión de la lacerante realidad económica de la mayoría de los paraguayos. Vale destacar partes de la entrevista a radio Monumental para definir su perfil. Primero dijo que su salario sumado al de su esposa (unos G. 40 millones) “suena mucho, pero es poquita cosa, es para el combustible y los gastitos de día a día nada menos”. Cuando se le dijo que un alto porcentaje de la población ni siquiera gana el salario mínimo, sin ninguna compasión ni compresión de la realidad social, lanzó consejos: “Tienen que esforzarse, en vez de despertarse a las 7:00 de la mañana deben levantarse a las 3:00 de la mañana, y en vez de dormir a las 20:00, deben dormir a las 23:00 si tiene oportunidad, y si no tienen oportunidad deben buscarla: vender chicles, chipas, helados. Nada es fácil en la vida. Tenemos que esforzarnos”. Como si fuera poco, reclamó empatía ante su difícil situación porque lo que ganan no es suficiente para costear los gastos caros de ser diputado: combustible, seguro médico, vestimenta, almuerzo y hasta los pollos que entrega de manera prebendaria a sus electores. También se quejó del sistema de salud pública y que siempre debe pagar por el combustible. Cuando se le recordó que él debe promover las soluciones y que los problemas estructurales son responsabilidad de su partido que gobierna hace 70 años, se hizo el desentendido: “Yo no puedo cargar con el muerto”.
El diputado Cantero es el ADN de esa clase política rapaz e insensible, que considera a las instituciones públicas una empresa personal, mientras hace gala de una soberbia ignorancia sobre su rol institucional. Su limitado mundo se reduce a la política prebendaria y clientelar, aquella que solo genera pobreza e ignorancia.
LA EMBOSCADA PERFECTA. El problema del nepotismo y el caos del servicio civil no son problemas legales como pretenden hacernos creer. Abordarlos es una decisión política. Por eso, quienes plantean que una nueva ley resolverá esta problemática no solo miente, sino es cínico extremo. Como el presidente Santiago Peña, quien avaló con sus declaraciones estos desmanes al señalar que no es ilegal, sino que se trata de un problema ético.
Más aún en este país, donde la ley se aplica a quienes no tienen el abrigo del poder. La Ley de la Función Pública se creó justamente para combatir estas situaciones, lograr la profesionalización de los funcionarios públicos. En ella se detallan taxativamente cuáles son los cargos de confianza, pero el Poder Legislativo y Judicial invalidaron la ley con masivas acciones de inconstitucionalidad, y en el Poder Ejecutivo muy pocas instituciones cumplen. Por eso, los legisladores y otros ordenadores de gastos repiten con impunidad que los “cargos de confianza” no son ilegales.
Pasa lo mismo con la ley antinepotismo. Los legisladores estafaron nuevamente a la ciudadanía haciendo creer que la misma iba a castigar la contratación irrestricta de la parentela en el Estado. Le encontraron la vuelta para que siga la orgía de los nombramientos sin reglas ni topes salariales. En el artículo primero ya establecen que “se entenderá por nepotismo, cuando una persona, facultada para nombrar o contratar en cargos públicos, realiza uno de esos actos a favor de su cónyuge, concubino o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, en violación a las normas que regulan el acceso a la función pública”. En el Congreso son el senador Silvio Ovelar y el diputado Raúl Latorre. Son los que nombran a mansalva y ningún legislador cuyo hijo fue contratado viola la ley porque no son ordenadores de gastos. No transgreden la ley, pero destrozan la igualdad de oportunidades.
Ahora, los cartistas señalan que la nueva ley del servicio civil resolverá todas las tropelías e incluso apuran su tratamiento. Mienten. Ninguna ley que pretenda cercenar el abuso de poder con los nombramientos e intente ordenar la función pública regirá en este país. Aunque se promulgue, será frenada en el Poder Judicial. Todos los intentos han fracasado porque para la ANR, el Estado es un patrimonio para uso y abuso de sus recursos. ¿Por qué querrían matar a la vaca lechera?
Para detener estos escandalosos privilegios no se necesita ninguna ley, solo voluntad política, sentido de justicia y una pizca de decencia.
Textual
“No hay un incumplimiento de ley, (de nepotismo) yo creo que hay más que nada un problema ético y moral, y la ética y la moral lastimosamente chocan muchas veces con la aplicación de nuestras leyes y cuando no hay leyes, nosotros queremos aplicar criterios que son subjetivos, que capaz lo que es moralmente correcto para vos, no necesariamente sea moralmente correcto para todas las demás personas”.
Lo que hay que saber
VIVA LA CORRUPCIÓN. Con la promulgación de la mutilada ley de conflicto de intereses, el presidente Peña dejó sin castigar los conflictos de intereses y las puertas giratorias.
PARXIN. Desde el primer día de la vigencia del cobro del estacionamiento en Asunción desató protestas. El lucro sin reglas deja a los ciudadanos entrampados en manos irresponsables.
PLANILLEROS. El IPS no renovó el contrato de unos 600 funcionarios por supuesto planillerismo y falta de productividad. La SEN hizo lo mismo con otros 362 empleados.
INDI. El organismo estatal comunicó a las comunidades indígenas que no tiene presupuesto por todo el mes de enero, lo cual revela la incompetencia absoluta de la nueva administración.
