En el contexto de aislamiento, surge la iniciativa de despertar el hábito de la lectura en los barrios de la capital departamental.
Facilitar el acceso a los libros con contenidos variados y promover la lectura, es uno de los objetivos que persigue esta iniciativa impulsada desde la actual administración municipal de Ciudad del Este, a través de la Dirección de Educación y Cultura.
El espacio comunitario es una idea inspirada por el proyecto Bibliotecas Callejeras del Paraguay, que fue impulsado bajo el liderazgo de Aníbal Barreto Monzón y Álvaro Giménez.
LEER EN AISLAMIENTO. Durante un sencillo acto este fin de semana fueron habilitadas tres bibliotecas callejeras en comunidades de la Fracción Los Abuelos del kilómetro 5 y medio del barrio La Blanca, en la zona del kilómetro 10 lado Monday y el tercero fue habilitado en el barrio Reseda del kilómetro 9 y medio lado Monday.

“El objetivo del proyecto es instalar 20 bibliotecas callejeras hasta el mes de diciembre del 2020”, explicó José Luis Guggiari, director de Educación y Cultura de la Municipalidad.
Explicó que cada pequeño contenedor de libros está debidamente equipado respetando el protocolo sanitario vigente establecido por el Ministerio de Salud. “Está preparado con seguridad para la lluvia, cuenta con un pote aspersor de alcohol, un reglamento de uso y 60 libros donados por la comunidad”.
Los materiales están instalados en un contenedor. Hay novelas, cuentos, libros de historia, ciencia, literatura infantil y otros. En las tres bibliotecas habilitadas, también se procedió a la entrega de un tablero de ajedrez con sus respectivas piezas, acompañado de un manual básico de las reglas del juego.
Posteriormente, se entregarán mesas y dos butacas de concreto, en cada lugar donde se haya instalado una biblioteca callejera.
Guggiari refirió que se apunta a promover la lectura, incentivar el pensamiento crítico del ciudadano, responsabilizar a la ciudadanía en cuanto al manejo y el cuidado de los bienes públicos, que como su nombre lo dice es de todos. Además, de “la divulgación de información y la generación de espacios de diálogo. También se aspira a motivar a la comunidad a desarrollar la solidaridad, a través del intercambio y donación de libros”, señaló Guggiari.
El pequeño contenedor y los libros quedan al cuidado de cada comunidad. Para ello previamente se firma un acuerdo de corresponsabilidad con los vecinos.