Los pobladores del distrito de Itapé por iniciativa propia comenzaron la construcción del templo a orillas del río Tebicuarymí, hace unos años, solventando los gastos ya sea con rifas o donaciones de instituciones públicas y privadas, organizaciones sociales, autoridades estatales y otros.
INICIOS. Poco a poco se colocaron los primeros pilares, piso y paredes hasta llegar a la colación del techo; sin embargo, por falta de recursos, aún no se pudo culminar. Ahora, la Gobernación del Guairá anunció un proyecto para que la obra pueda culminar.
El gobernador del Guairá, César Luis Sosa Fariña, dijo a Última Hora que invertirán unos G. 2.600 millones, alegando que Itapé es un símbolo de fe y unión para el departamento.
“La idea es inaugurar el 17 de diciembre de 2025. Este es un lugar muy concurrido y vamos a poner nuestro mayor esfuerzo para llenar las expectativas de la gente. El proyecto incluye muchos vidrios de blindex, piedras, detalles esculturales y otros. Será una de las basílicas más lindas del Paraguay y a finales del 2025 esperamos poder inaugurarla”, indicó el jefe departamental.
TRADICIÓN. Agregó que le llena de emoción anunciar que por fin se podrá culminar esta obra que es muy esperada por la ciudadanía e incluso por los visitantes.
Cada 17 y 18 de diciembre, más de 70.000 personas acuden hasta esta localidad para pagar sus promesas, ya sea durante el novenario como en el día central.
La historia de devoción a la Virgen del Paso se remonta al año 1956, cuando se había erigido un oratorio en homenaje a la Virgen, a orillas del río Tebicuarymí, debido a que gracias al paso de la Virgen se han vivido experiencias sobrenaturales que hasta ahora son recordadas por los lugareños.
La devoción a la Virgen del Paso comenzó en el año 1954, cuando la imagen de la Virgen de Caacupé se dirigía al distrito de Tebicuary y debido al mal estado del camino fue trasladada por el río Tebicuarymí, por Itapé, donde al cruzar el río su manto rozó las aguas caudalosas y desde entonces han ocurrido distintos hechos considerados milagrosos por los devotos, según la historia que comentan los antiguos pobladores.
HISTORIA DE FE. En esa época, supuestamente la zona fue azotada por una hambruna y tras el paso de la Virgen, solo bastaba meter la mano al río Tebicuarymí para extraer peces y satisfacer las necesidades alimenticias.
Desde entonces, el lugar recibe cada año a miles de devotos que prenden velas en la base del oratorio y dejan sus pedidos o agradecimientos a la Virgen.
Alrededor del oratorio existen centenares de canoas que se alquilan para paseos por el río o para cruzar hacia el distrito de Tebicuary, con un costo a partir de G. 5.000. Además, se puede cruzar el río con una balsa.