Estas características, que pueden tener implicaciones sobre las condiciones para el desarrollo de la vida en Marte, han sido presentadas en la Conferencia Internacional Goldschmidt sobre geoquímica, que se celebra esta semana en Barcelona, organizada por la Asociación Europea de Geoquímica y la Sociedad Geoquímica.
El profesor Briony Horgan de la Universidad Purdue (EEUU) ha presentado en la conferencia una nueva comparación de los patrones de deposición de minerales en Marte con otros similares que existen en la Tierra.
Esa comparación “da peso a la idea de que en los primeros tiempos de Marte hubo uno o más largos periodos dominados por tormentas y agua corriente, la cual se heló posteriormente”, según un comunicado de la Conferencia Goldschmidt.
El equipo de investigación comparó los datos de la Tierra con los de los minerales marcianos detectados por el espectrómetro CRISM de la NASA, que en la actualidad orbita el planeta rojo y que puede identificar de forma remota sustancias químicas donde en alguna ocasión hubo agua, y otros tomados por el rover Mars Curiosity.
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Aunque los expertos saben que hubo periodos en los que la superficie de Marte estuvo helada y otros en los que el agua corría libremente, lo que no saben con exactitud es cuándo fueron esos periodos ni cuánto duraron, indicó Horgan, quien recordó que no se han enviado misiones no tripuladas a zonas de Marte en las que se puedan encontrar las rocas más antiguas.
“Necesitamos usar la ciencia de la Tierra para entender la geoquímica de lo que pudo haber pasado allí”, dijo Hogan, que apuntó que los estudios les llevan a creer que en Marte, hace 3.000 o 4.000 millones de años, hubo “una tendencia general del caliente al frío, con periodos de descongelación y congelación”.
De ser así, el científico consideró que es “importante, en la búsqueda de posible vida en Marte”. “Sabemos que los componentes básicos de la vida en la Tierra se desarrollaron muy poco después de su formación y el agua corriente es esencial para el desarrollo de la vida”, acotó.
La evidencia de la existencia de agua que fluía en Marte “incrementará las posibilidades de que formas de vida simple se pudieran haber desarrollado, más o menos, al mismo tiempo que en la Tierra”.
Hogan es coinvestigador de la misión Marte 2020 de la NASA, que será lanzada en julio de ese año y debería empezar a explorar el cráter de Jezero en febrero de 2021.
El experto espera que esta misión pueda observar más de cerca los minerales necesarios y empezar a responder exactamente a cómo eran las condiciones existentes en Marte cuando el planeta aún era joven.