De acuerdo con el calendario de la Administración Tributaria, los adelantos que realizan los contribuyentes del IRE con cierre a diciembre del 2020 son cuatro y debían iniciarse en mayo, pero el primer pago se postergó hasta este mes tras la pandemia. Los siguientes vencimientos son en setiembre, noviembre y diciembre.
La SET calcula el monto que se debe anticipar en base a las ganancias obtenidas en el 2019 y estos pagos son descontados en la liquidación final que se realiza en 2021. El IRE entró en vigencia este año con la nueva reforma tributaria y es una fusión del Iracis con el Iragro.
Esta situación genera malestar en el empresariado, ya que muchos referentes consideran que las ganancias de muchas compañías serán nulas o bajas, por lo que hacer un anticipo podría afectar duramente la disponibilidad de caja y resultar finalmente en créditos fiscales.
El sector privado considera que esta exigencia no está acorde a los incentivos que lanza el Gobierno mediante el plan de reactivación y criticaron que se está desmotivando la inversión.
Suspensión. Ante el reclamo empresarial, la Administración Tributaria informó que habilitó un mecanismo para pedir la suspensión de los anticipos del IRE.
El viceministro de Tributación, Óscar Orué, explicó que si una empresa demuestra que sus operaciones fueron duramente afectadas y su facturación bajó considerablemente en los últimos meses, se le podrá suspender los cuatro anticipos (ver foto).
Asimismo, si los ingresos de una empresa fueron golpeados, pero sigue obteniendo ganancias, igual se puede otorgar la suspensión de dos adelantos, siempre que no tenga deudas con el Fisco.
Para estos trámites, se debe ingresar una solicitud al correo electrónico. En los casos de suspensión de dos adelantos, el pedido también se podrá realizar a través del sistema Marangatu.
“No establecer más trabas”
Para el titular del Club de Ejecutivos, Yan Speranza, en estos momentos de incertidumbre, el Gobierno no debe poner mayores trabas para la producción privada y la generación de mano de obra.
“Hoy hay una serie de trabas para hacer negocios y eso hace que la gente no tenga ánimos de invertir. Entonces, no hay que establecer más trabas”, dijo.
“Un anticipo, en años donde una gran mayoría no sabe ni siquiera si va a empatar, no tiene mucha lógica. Esto puede empeorar el creciente enojo que se siente hoy contra un Estado ineficiente”, añadió.