El ministro de Hacienda, Benigno López, aseguró ayer que no renunció y rechazó las versiones que lo señalan como uno de los ideólogos del acta bilateral secreta sobre la compra de energía de Itaipú.
El jefe del Equipo Económico indicó que puso su cargo a disposición del presidente Mario Abdo Benítez “como un hecho de cortesía” para facilitar su decisión, ya que no quiere convertirse en una carga para su hermano.
“Le dije: ‘no tengas ningún problema en disponer del cargo. Si eso sirve para avanzar en este proceso importante de reformas estructurales y si yo soy un impedimento para seguir, tenés que tomar las decisiones que vos creas convenientes. Pero no voy a renunciar para darle el gusto a alguien nomás”, expresó.
Negó en reiteradas ocasiones haber participado en reuniones sobre el acta secreta y aseguró que sus viajes al Brasil no tuvieron relación con el acuerdo, sino que fueron para exponer sobre las bondades del país para la inversión extranjera y destrabar el bloqueo a la exportación de reales.
Dijo que se enteró del acta recién al momento de su firma, pero reconoció que sí participó de la reunión entre ministros donde se recomendó al mandatario anular el convenio. En ese sentido, el ministro indicó que, a su criterio, la compra de mayor energía garantizada se justifica por el aumento del consumo en nuestro país, pero dijo no estar de acuerdo con el tema del embalse y la cláusula gatillo, sin entrar en más detalles.