La guitarrista paraguaya Berta Rojas acudió el pasado sábado hasta la sede de la Asociación de Músicos del Paraguay (AMP), en ocasión de la especial noche en la que los integrantes del gremio le otorgaron el primer Premio AMP a la Excelencia. Bajo una intensa atmósfera de emoción, la artista charló con sus colegas, recordó anécdotas compartidas; repartió abrazos y fue honrada con homenajes que iban desde palabras hasta interpretaciones musicales.
Tras entonarse el Himno Nacional, la ceremonia inició con las palabras del presidente de la asociación, Óscar Fadlala, quien rememoró pasajes compartidos con la artista: “La conocí como guitarrista y directora de coros”; y enalteció sus logros: “Tenemos que dimensionar todo lo que ha logrado ella con su compañera La Rojita, y en particular para nosotros los músicos”. Al conducirse al final de su discurso, el dirigente se emocionó y recibió la pronta respuesta de Berta, que se acercó a él con un abrazo.
Otros miembros de la comisión, como el vicepresidente Isidro Cabral y la tesorera Lizza Bogado, emitieron de igual modo discursos y tuvieron que hacer una que otra pausa para contener la emoción, sensación que también se percibía entre los presentes, algunos cada tanto llevando las manos en dirección a los ojos para contener las lágrim a s.
Luego se procedió a la develación de la estatuilla, una pieza creada por el escultor paraguayo Juan Pablo Pistilli que fue entregada a la concertista por el presidente de la A M P.
COMPARTIR. En vez de dirigirse al atril, la artista tomó el micrófono y fue en dirección a los presentes. Al momento de su agradecimiento le tocó a ella detenerse en razón de la emoción y ser abrazaba por los intensos aplausos. Berta propició entonces un espacio de cercanía con sus colegas y se puso a disposición de estos, quienes expresaban su admiración a través de intervenciones en las que, entre otras cosas, recordaban momentos compartidos con la guitarrista. La concertista manifestó que en los momentos en los que busca inspiración se orienta a sus raíces. En eso, visualizó entre los presentes al requintista Juan Cancio Barreto y se dirigió a él con gratitud y comentó que la diversión era una constante cuando les tocaba compartir e s c e n a r i o s.
GRATITUD. “Quiero decirles muchísimas gracias por la presencia, por la dignidad, por hacer música, por mantener viva la llama”, enfatizó la guitarrista al dirigirse a sus colegas. Al final de la ceremonia, el guitarrista Juan Vera Esquivel ofreció dos canciones ante la atenta mirada de Berta. El segundo tema era una composición propia del músico y al terminar de presentarla, la concertista expresó su encanto al manifestar: “Muy lindo”, entre aplausos. Para dar cierre al homenaje, se convocó a todos los presentes a acercarse a Berta y junto a ella posar para un registro fotográfico de esa memorable velada.