Como cada año en su tradicional mensaje urbi et orbi (a la ciudad y al mundo), con transmisión planetaria, el Pontífice argentino hizo un repaso por los principales conflictos y focos de tensión en los dos hemisferios.
“Invito a todas las personas (...) a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones”, dijo ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Jorge Bergoglio, de 88 años, denunció la situación humanitaria “gravísima” en la Franja de Gaza y pidió un cese el fuego y la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás.
JUBILEO. El martes, el Papa dio inicio al Año Santo 2025 de la Iglesia Católica, para el que se esperan más de 30 millones de peregrinos en Roma.
Durante la misa, invitó a los fieles a pensar en “las guerras, en los niños ametrallados, en las bombas en escuelas u hospitales”, en alusión a los bombardeos de Israel en Gaza.
Francisco, que citó no menos de 18 países, recordó el miércoles entre ellos a Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua, pidiendo “encontrar lo antes posible soluciones eficaces en la verdad y la justicia, para promover la armonía social”.
El jesuita también lanzó un mensaje para Ucrania, que celebra por segunda vez en su historia moderna Navidad el 25 de diciembre, y no el 7 de enero como en el calendario juliano que rige en la Iglesia Ortodoxa rusa.
“Que callen las armas en la martirizada Ucrania. Que se tenga la audacia de abrir la puerta a las negociaciones (...) para llegar a una paz justa y duradera”, declaró, horas después de que Rusia lanzara más de setenta misiles contra la red energética ucraniana.
TIERRA SANTA. En Belén, ciudad de Cisjordania ocupada y cuna del cristianismo, las celebraciones fueron silenciosas.
Desde que comenzó la guerra en Gaza, en octubre de 2023, Belén prescindió de su enorme árbol de Navidad y de las elaboradas decoraciones que normalmente atraen a los turistas, conformándose con unas pocas luces festivas.
El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, contó ante una pequeña multitud que acababa de regresar de Gaza, donde vio “todo lo que fue destruido, la pobreza, el desastre”.
“Pero también vi vida. No se rinden. Así que ustedes tampoco deben rendirse”, agregó.
Hisham Makhul, residente en Jerusalén, afirmó que pasar la Navidad en la Ciudad Santa ofrecía una “vía de escape” de la guerra entre Israel y Hamás, que asola la Franja de Gaza desde hace más de 14 meses.
“Lo que estamos viviendo es muy difícil y no podemos olvidarlo por completo”, declaró Makhul, refiriéndose a la situación en el territorio asediado.
El Ministerio de Salud del Gobierno de Hamás en Gaza reportó el miércoles 23 muertos en 24 horas en el territorio palestino.
Alrededor de 1.100 cristianos viven en Gaza, y cientos se reunieron en una iglesia para rezar por el fin de la guerra.
“Esta Navidad huele a muerte y destrucción”, declaró George Al Sayegh, un desplazado palestino en ciudad de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigió el martes a los cristianos, agradeciéndoles su apoyo a la lucha de Israel contra las “fuerzas del mal”.
En Siria, donde Bashar al Asad fue derrocado el 8 de diciembre, las nuevas autoridades, dominadas por islamistas, han tratado de tranquilizar a los cristianos, en un país de amplia mayoría sunita.
ALEMANIA Y ARGENTINA. En Alemania, la Navidad también se vio empañada para muchas familias tras el atropello múltiple que dejó cinco muertos en un mercado navideño.
En Buenos Aires, una cena solidaria para personas sin hogar congregó a unas tres mil personas frente al Congreso Nacional. Argentina vive una situación social muy difícil, aunque según datos oficiales del Indec, la tendencia comienza a revertirse con la disminución de la pobreza, bajo el gobierno del libertario Javier Milei.
Walter Villagra es un sintecho de 54 años que sobrevive juntando latas desde que perdió su trabajo como electricista cuatro años atrás.
En Estados Unidos se puso en marcha la tradición anual de seguir la travesía Papá Noel gracias a un sitio en internet.
Y en Francia, numerosos fieles se apresuraron para asistir a la tradicional misa de Navidad en Notre Dame de París, que se celebró por primera vez desde el incendio de 2019.