El lugar donde se congregan los devotos paraguayos es la casa particular de la familia Fleitas-Pavón, en Puerto Casado, donde una capilla fue construida en honor a la figura mariana, cuya fiesta se celebra anualmente cada 13 de julio.
Muchos son los seguidores que va sumando con el correr de los años la veneración a la Rosa Mística. Personas de distintas edades llegan al domicilio particular de esta familia para rezar y compartir una merienda por el festejo que ya es una costumbre, y para el efecto, todos colaboran.
En su día festivo, en horas de la tarde, los presentes comenzaron rezando el rosario, luego hubo la misa celebrada por el párroco de la ciudad.
Los más contentos con la celebración son los niños, quienes disfrutan de la merienda, en este caso tomaron chocolate y además reciben caramelos.
La familia ha adoptado la imagen de la Virgen Rosa Mística. Desde el inicio han sido testigos de la creciente devoción y cada vez va aumentando los creyentes que acuden a conmemorar este día y rendir homenaje a la madre de Jesús.
Cada persona en particular lleva sus ofrendas y agradecen por los favores recibidos mediante las oraciones realizadas a la Virgen.
Esta devoción no es muy común en la zona, pero los que tienen fervor por esta santa imagen la recuerdan siempre de forma particular, entre vecinos y amigos que se reúnen participando del rezo que tiene una duración de trece días, o trecenarios como lo denominan.
La devoción a la Rosa Mística se remonta a 1947, en la ciudad italiana de Montichiari, que según la historia, es en ese lugar donde hizo varias de sus varias apariciones.
Con el paso del tiempo, surgieron muchos devotos de la Virgen Rosa Mística, que posee una vestimenta blanca portando unas rosas roja, amarilla o dorada y blanca.
La rosa roja simboliza el espíritu de sacrificio, mientras que el color blanco la oración y el amarillo o dorado la penitencia.