En un solo periodo legislativo de cinco años, más en este que se inicia, en el Senado ya hubo nueve comunicados de desafueros. Sin embargo, solamente fueron aprobados cuatro, y siempre en medio de la polémica.
El primer caso se dio en el 2013 y fue el del colorado cartista Víctor Bogado por su niñera de oro. La causa estuvo caratulada como Gabriela Quintana Venialgo sobre el cobro indebido de honorarios y otros. Un gran revuelo se había generado en la Cámara Alta en torno al tema, y una mayoría decidió abroquelarse en defensa del corporativismo.
Hubo dos dictámenes en la Comisión de Asuntos Constitucionales, uno a favor del desafuero, y el otro en contra.
El 14 de noviembre de 2013, los senadores rechazaron que Bogado pierda sus fueros para rendir cuentas ante la Justicia, y se generó una indignación ciudadana.
Además de manifestaciones, comenzaron una serie de escraches contra los 23 que salvaron al parlamentario.
Unos días después se había presentado un proyecto de resolución para revocar lo actuado con Bogado.
Este último finalmente pidió que se trate sobre tablas su desafuero y se aprobó.
Como un pase de factura, en esa misma sesión los colorados pidieron que se trate el caso de Carlos Filizzola, del Frente Guasu.
El legislador estaba incluido en la causa abierta contra su primo, el ex ministro del Interior Rafael Filizzola sobre lesión de confianza.
Tenía que ver con la adquisición de helicópteros supuestamente en forma irregular, caso que sigue pendiente.
Se aprobó el desafuero del luguista, y al año siguiente llegó un oficio a la Cámara Alta de sobreseimiento definitivo del legislador.
desafuero doble. En el 2014, el liberal llanista Enzo Cardozo estuvo en la mira de la Justicia y fue doblemente desaforado por sus pares.
Ambas causas tenían que ver con supuesta estafa y lesión de confianza durante su gestión como ministro de Agricultura y Ganadería.
Entre los salvados del desafuero estuvo el ex senador colorado cartista Nelson Aguinagalde, por supuesta lesión de confianza en su gestión como gobernador de Alto Paraná.
En su defensa alegó que era una persecución por parte del ahora senador esteño Javier Zacarías Irún.
Tampoco se dio lugar en el Senado al doble desafuero en dos causas distintas del liberal Carlos Amarilla.
Una de las denuncias fue promovida por su correligionario Blas Llano por calumnia, luego de que Amarilla abiertamente lo haya acusado de ser el responsable de la muerte de Rodrigo Quintana.
El otro caso fue por supuesta lesión de confianza en su gestión como gobernador del Departamento Central.
Ambas acusaciones se tomaron como parte de una persecución política.
pendientes. Actualmente, en la Cámara Alta, hay dos comunicados sobre procesos judiciales, pendientes de estudio para eventuales desafueros.
Se trata del liberal Enrique Salyn Buzarquis, por supuesta lesión de confianza en su gestión como ministro de Obras.
El otro caso es de Paraguayo Cubas por supuesta perturbación de la paz pública.