10 ene. 2025

Encarnación, una ciudad ribereña que logró eludir las inundaciones

Esta localidad itapuense es la única a la vera del Paraná que no fue afectada por la crecida. El secreto: un plan de defensa que incluyó la desaparición de la zona más emblemática y la construcción de la Costanera.

Fortalecido.  Las corridas con mercadería en mano para salvarlas del agua se acabaron.

Fortalecido. Las corridas con mercadería en mano para salvarlas del agua se acabaron.

Por Iván Lisboa

ENCARNACIÓN

Hasta hace unos años, Encarnación era una de las tantas ciudades que ante cada lluvia prolongada y crecida del Paraná sufría duramente los embates de las inundaciones. Sin embargo, tras casi 8 años de trabajos al borde de la ribera, actualmente es la única ciudad costera que logró eludir este fenómeno natural.

Su secreto no fue mágico, pero sí complicado y hasta traumático, a decir del ex intendente de la localidad y actual director de Yacyretá, Juan Schmalko.

El “visionario”, como lo llaman los pobladores, dialogó con ÚH y contó los detalles del plan que inició en el 2005 y sacó a flote a Encarnación. Señaló que el puntapié fue la decisión de Paraguay y Argentina de elevar el embalse de Yacyretá, de modo a llegar a la cota actual de 83 metros sobre el nivel del mar.

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Explicó que esto significó que para llegar a esa altura se tenga que construir una defensa costera con muros de contención a un nivel superior a la crecida máxima y que además representó la inundación inducida de la zona más emblemática de esa localidad, la Villa Baja, donde residía el 35% de la población. De ese lugar hoy solo quedan restos del viejo molino San José y el silo; el resto del terreno fue rellenado y elevado unos 8 metros.

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La crecida dejó de ser un problema para los pobladores que fueron reubicados. Foto: Daniel Riveros


“Básicamente lo que hicimos con Yacyretá fue despejar la zona baja, luego creamos los muros de contención a una altura por encima a la de la crecida histórica y de esa elevación de cota de 84,5 metros hicimos que sea la zona más baja de la ciudad (sic). Entonces, cuando pasan estos fenómenos como ahora, la ciudad no se inunda porque está por encima del nivel máximo al que puede llegar el agua, eso nos diferencia de las otras ciudades, que no previeron el crecimiento de los cauces y hoy están abajo (del agua)”, expresó.

Difícil. El director de la EBY resaltó que fue un proceso muy difícil, por el arraigo de la ciudadanía a las zonas inundables. Indicó que se tuvo que relocalizar a unas 40.000 personas, pero que el resultado está a la vista: los pobladores viven con tranquilidad. Comentó que la inversión que tuvo que hacer la entidad binacional ronda los USD 1.000 millones, entre los que se incluye la Costanera de 27 km como principal defensor ribereño y encauzador del Paraná, desagüe pluvial y cloacal, indemnizaciones y construcción de viviendas y barrios enteros.

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Actualmente la gente puede disfrutar sin problemas de la costanera encarnacena. Foto: Daniel Riveros

Por su parte, el gerente del Plan de Terminación de Yacyretá, ingeniero Eduardo Báez, mencionó que es casi imposible que el agua supere alguna vez esa altura baja de la ciudad, al menos si la represa funciona correctamente. “Lo que pasa es que la represa es de paso, no ataja. Entonces el agua no se queda estancada y repercute en el crecimiento del río. Y si es que llega al límite, solucionamos abriendo más las compuertas y baja el nivel del espejo de agua que bordea la ciudad”, manifestó.

Schmalko finalizó recomendando a Asunción que imite el proyecto encarnaceno. “Es indudable que estos fenómenos como la crecida se dan y la única manera es tener la ciudad a una altura superior a la del pico máximo histórico. Es el caso de Asunción, de la altura de su Costanera debe partir hacia arriba la ciudad, no de ahí para abajo”, opinó.