Javier Encina, técnico de la Secretaría del Ambiente (SEAM) de la regional de Ñeembucú, dijo que tras verificar el sitio llegaron a la conclusión de que la mortandad de peces se debe a una causa natural por falta de oxígeno debido a la sequía que afecta a la zona.
“Esto no apareció solo hoy ni días atrás, es algo que se da desde hace un mes. Es una mortandad que ha sido monitoreada y se da, según las características, por la baja cantidad de agua que afecta al departamento”, explicó.
Según el profesional, esto también podría deberse a que varias personas queman basuras o árboles en zonas aledañas y con la última lluvia registrada las cenizas llegaron hasta el arroyo y causaron la muerte de los peces porque se “descompone la materia orgánica”, según hipótesis.
El hombre desmintió “personalmente” que se trata de contaminación por agroquímicos y que no existen las pruebas necesarias ni la cantidad de animales muertos que este daño causaría.
Por su parte, la fiscal de Medioambiente de Ñeembucú, Claudia Alonso, dijo que no existe una causa abierta por tal cuestión debido a que nadie realizó una denuncia formal. Indicó que ella tomó conocimiento del hecho vía redes sociales y consultó al respecto con agentes de la SEAM.
“Los técnicos aseguran que se trata de una causa natural por falta de oxígeno porque existieron situaciones similares por la misma zona, debido a la sequía”, sostuvo en contacto con ÚH.
Comentó que en la mañana de este miércoles se constituirán en el lugar para realizar pruebas al agua y a los animales muertos para aclarar la situación, ya que otras personas alegan que la crisis ambiental se debe a que una arrocera trata de instalarse a unos 5 kilómetros del lugar donde murieron los peces y, estiman, ya está operando sin licencia.