El Sindicato de Enfermeros de Instituto Nacional del Cáncer (Seinc) se pronunció sobre lo ocurrido en el Incán en los últimos días, a través de un comunicado dirigido a los pacientes y sus familiares, a la ministra de Salud, Teresa Barán, y al presidente de la República Santiago Peña.
El gremio se refirió a las circulares N° 17 y N° 18, que se emitieron días pasados, prohibiendo a los médicos del hospital la prescripción a los pacientes de medicamentos que no se encuentran registrados en el país. Lo mismo para estudios laboratoriales que no estén disponibles a nivel nacional.
Responsabilizó de estas disposiciones al director del Incán, Raúl Doria, y al director médico, Gustavo Campos Barreto, y criticó las ambigüedades en sus gestiones, la falta de empatía y la ausencia de profesionalismo.
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“Si bien la mencionada decisión fue revocada por la circular N°19/2024 de fecha 5 de julio del corriente, no tuvo el resultado por ellos esperado. Consideramos que las medidas adoptadas colisionan con preceptos legales y de la ética médica, además de significar una barrera burocrática innecesaria”, alegaron los funcionarios enfermeros.
El sindicato, además, señaló que esta situación evidenció “la intención de precarizar cada vez más el funcionamiento de la institución y la exposición al martirio de los pacientes y sus familiares”.
Expresó su preocupación hacia la persecución a compañeros por acompañar denuncias de carencias por la provisión discontinua de insumos básicos, fármacos, servicios laboratoriales y de diagnósticos, así como la falta de gestión oportuna.
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“Por lo tanto, a todo lo expuesto y antes de que tengamos que lamentar más tragedias por las malas decisiones de los directivos actuales, solicitamos a la ministra de Salud Pública y Bienestar Social, doctora María Barán, la inmediata intervención del Incán y Hospital del Cáncer, con profesionales probos y capaces, ya que los actuales han lesionado la confianza de toda la ciudadanía”, reza el texto del Seinc.
Al cierre del comunicado resaltaron que, de no obtener la respuesta esperada, llamarían a toda la ciudadanía para apoyar “una gran movilización en nombre de los pacientes que siguen luchando y en memoria de los que ya no están”.
Repudiaron la traba al accionar médico
El Círculo Paraguayo de Médicos también emitió un comunicado en la víspera acerca de la situación y repudió que se haya limitado el accionar médico “desatendiendo el criterio profesional y la aplicación de medidas o protocolos terapéuticos para tratar la patología que aqueja al paciente”.
“Esto se produce en un servicio profesional antiético e inconcebible, pues atenta contra los principios éticos en general y el juramento hipocráctico en particular”, señaló.
Los doctores recalcaron que los pacientes merecen procurar estudios o medicamentos que requieren.
“El médico tiene como eje de su accionar el no hacer daño, primum non nocere. Si no indica los estudios y medicamentos correspondientes para lograr un diagnóstico preciso y certero, atenta contra este principio, el de la no maleficencia, así como contra el principio de la justicia, que es dar a cada uno lo que le corresponde”, prosiguió.
Cuestionaron la limitación a pacientes
Otro gremio que también tomó una postura al respecto fue la Asociación Paraguaya de Enfermería, que el último viernes criticó que con la prohibición impuesta y luego revocada por el Incán se haya limitado el tratamiento de los pacientes “en detrimiento de realizar todo lo científicamente demostrado para la recuperación efectiva de su salud”.
Exhortó a las autoridades sanitarias a garantizar la provisión de medicamentos, insumos, estudios laboratoriales y complementarios para asistencia adecuada a los usuarios en todos los centros asistencia, tal como lo establece la Constitución Nacional.