Marisol Ramírez
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El pororó es uno de los snacks favoritos para momentos de relax, para degustar en el cine, en casa viendo una película o serie, e incluso como aperitivo a lo largo del día.
Recibe un nombre de acuerdo con el país en el que se consume. Las palomitas de maíz en Paraguay son llamadas pororó, también en Argentina, aunque allí además le conocen como pochoclo, pururú, ancua, rosita y pipoca.
En Bolivia son pipocas; en Chile, cabritas; en España, palomitas, y en Colombia, crispetas, maíz tote y maíz pira.
En Ecuador les llaman canguil; en Guatemala, poporopo; en México, crispetas; en Panamá, millo; en Perú, cancha, canchita, y en Venezuela, cotufas.
Algunos tienen al famoso pororó como una opción que puede ser bastante saludable; sin embargo, es necesario saber que para que los alimentos y sus nutrientes sean beneficiosos para el organismo, “se deben seguir algunas recomendaciones, como el consumo moderado y la preparación correcta”, comentó a ÚH la licenciada Gladys C. Patiño S., nutricionista (@nutrifuncional.gpatino).
En su forma más básica, el pororó simple sin agregar grasa o azúcar es una opción baja en calorías y rica en fibra, explica la profesional.
Una taza (té) de pororó sin aceite contiene solo 31 calorías.
Esta baja cantidad de calorías y su alto contenido de fibra hacen que el pororó sea un alimento saciante que puede ayudar a perder peso al mantenernos llenos durante más tiempo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que cuando el pororó se prepara con ingredientes adicionales, como el aceite, manteca y azúcar, “su contenido calórico puede incrementarse considerablemente, lo que puede promover el aumento de peso”, detalló la especialista en Nutrición Clínica Funcional y Fitoterapia, además de en Nutrición Estética y Nutrición en la mujer.
Según Patiño, una porción razonable de palomitas de maíz equivale aproximadamente a tres tazas (de té). “Una taza tiene de 30 a 40 kcal, 3 tazas tendrían entre 100 y 120 kcal”, detalló.
¿QUÉ ELEGIR?
Al comprar pororó empaquetado, como ser el pororó listo para preparar en microondas, “es importante leer la etiqueta con atención, ya que muchas de estas versiones comerciales contienen aceite, manteca, sal y otros aditivos que aumentan las calorías y pueden provocar un aumento de peso no deseado”, destacó la nutricionista.
Una taza (té) de pororó de microondas, por ejemplo, puede alcanzar las 44 calorías, lo que supone un incremento significativo en comparación con el pororó sin aditivos.
Para disfrutar de las palomitas de una manera más saludable, la también especializada en Inteligencia Emocional en Nutrición, recomienda hacerlas en casa, utilizando una pequeña cantidad de aceite, como el aceite de aguacate o aceite de coco.
Al hacerlo de esta manera, explica, es posible controlar la cantidad de aceite que se añade y evitar el exceso de calorías. Otra opción es estallar los granos de maíz en el microondas sin agregar grasa adicional.
FORMAS SALUDABLES
Si lo que se busca es dar un toque de sabor al pororó sin agregar calorías extras, señala que “se pueden usar condimentos naturales como orégano, albahaca, ajo en polvo o incluso un toque de aceite de oliva si se prefiere. Estos condimentos agregarán sabor sin aumentar significativamente las calorías”.
Acerca de las propiedades funcionales, la especialista explicó que el maíz es un cereal rico en antioxidantes y fibra.
“Debido a la alta cantidad de fibra, aporta mayor saciedad. Además, la fibra ayuda a reducir el colesterol, ya que disminuye la absorción de grasas que pueden estar presentes en los alimentos”.
También es un alimento rico en carotenoides, lo que define su color amarillento. Posee vitaminas que ayudan a proteger el organismo y fortalece nuestro sistema inmunológico.
También ofrece buenas cantidades de vitaminas B1 y B3, así como minerales como calcio, hierro, fósforo, magnesio y potasio.
Un punto interesante es que el maíz no contiene gluten. Puede ser consumido por personas con enfermedad celiaca.
Si es posible que los diabéticos puedan consumir pororó, Patiño detalló: “El pororó tiene un índice glucémico bajo, lo que significa que no provocan picos rápidos en los niveles de azúcar en sangre. Esto se atribuye a su alto contenido en fibra, que ralentiza la absorción de glucosa”.
El pororó casero hecho con un mínimo de grasa, azúcar y sal son la opción más saludable para las personas con diabetes.
Al prepararlo en la casa se pueden controlar los ingredientes y asegurarse de que se ajuste a una dieta para diabéticos sin comprometer los niveles de azúcar en sangre.
El control de las porciones es crucial para los diabéticos cuando consumen pororó.
El tamaño de porción recomendado es de tres tazas que contienen aproximadamente 15 gramos de carbohidratos y 90 calorías.
¿Y CON HISTAMINOSIS?
El maíz es un cereal que puede formar parte de una dieta baja en histamina. “Solo considerar que si bien es bajo en histamina, hay muchas personas que tienen alergia al maíz”, explicó.
La histaminosis es una enfermedad que se produce por un exceso de histamina en el organismo de la persona afectada, y esto, no está relacionado con el maíz.
La histaminosis puede ser causada por una alimentación inadecuada, que incluya alimentos ricos en histamina. Puede afectar a la piel, el tracto gastrointestinal y el sistema respiratorio.
Algunos síntomas de la histamina alta son hinchazón abdominal, diarrea o estreñimiento, dolor de cabeza, sofocones, sarpullido, urticaria o eccema, arritmia, presión arterial baja y goteo nasal.
MAÍZ, ¿SÍ O NO?
Para el polémico Doctor Bayter (@DoctorBayter), médico intensivista (RM 0717-95), autor del libro Comer para sanar, creador del método (@dietaketoperfecta), el maíz es un cereal “terriblemente engordador”.
El motivador, youtuber, promotor de la dieta keto perfecta, expresa en su contenido Las malas noticias sobre el maíz, “maíz es el triple engordante que el arroz y el trigo”.
Bayter dice que el maíz tiene 65% de carbohidratos, con un índice glicémico “superalto que llega casi a 100”. Para el profesional, el segundo problema del maíz es la manipulación genética.
En el contenido Buenas y malas noticias sobre el maíz, a cargo de Frank Suárez, especialista en metabolismo y obesidad, autor de libros y creador del canal de YouTube Metabolismo TV, señaló los riesgos del consumo del maíz genéticamente modificado.
El doctor Carlos Jaramillo, conocido médico funcional, reconocido por su enfoque innovador en la prevención y tratamiento de enfermedades a través de la nutrición y el estilo de vida, expresa: “El problema es el exceso”.
Jaramillo, autor de Los 7 pilares de la salud, expresa, “uno no ‘engorda’ o enferma por comerse algo que le guste. Por darse un permiso. El problema es lo que comemos hoy y el balance que comemos”.
Para el médico (drcarlosjaramillo.com), comer cereales o almidones no es malo, “el problema es el exceso. Es reiterar en el dulce diario, el exceso de almidones y cereales”.