En Italia se suceden las felicitaciones para el compositor y, con motivo de su cumpleaños, el próximo lunes se presenta en Roma el libro Ennio, un maestro, en el que Morricone y su amigo el cineasta Giuseppe Tornatore hablan sobre cine y sus respectivas carreras.
El ministro de Cultura italiano, Alberto Bonisoli, felicitó al maestro y agradeció su aportación, que calificó como “obras maestras capaces de contagiar y conquistar a todas las generaciones”.
Ennio Morricone nació en Roma el 10 de noviembre de 1928 y estudió en el Conservatorio de Santa Cecilia, hasta completar en 1946 los estudios de trompeta, instrumento que tocaba su padre, y en 1954 obtuvo la diplomatura en Composición.
Sus primeras composiciones se remontan a finales de la década de 1950 y su acceso al séptimo arte se produjo en 1961, con su trabajo para Il Federale de Luciano Salce, pero la fama mundial le llegaría con sus temas para las obras de su amigo Sergio Leone.
Éxito de Morricone
Para Leone, maestro del spaghetti western, Morricone compuso bandas de títulos memorables como Por un puñado de dólares (1964), El bueno, el malo y el feo (1966), Erase una vez en el Oeste (1968) o ¡Agáchate, maldito! (1971).
Desde los inicios de la década de los 60, el italiano compuso bandas sonoras para más de 450 películas abarcando multitud de géneros, lo que hizo de él uno de los autores más versátiles y reconocidos del mundo.
Algunas de sus aportaciones más célebres fueron para la cinta Nuovo Cinema Paradiso (1988) de Tornatore, la obra maestra de Bernardo Bertolucci, Novecento (1976), o en la historia de aquel misionero jesuita de The Mission (1986).
También trabajó con afamados realizadores como Brian de Palma, Lina Wertmuller, Roman Polanski, Warren Beatty, Oliver Stone o los españoles como Luis Buñuel, en Léonor (1975) o Pedro Almodóvar, en Átame (1990).
En 2016 Morricone conquistó el premio Óscar por la banda sonora que creó para el western The Hateful Eight (2015) de Quentin Tarantino, una composición que le valdría otros reconocimientos como un Globo de Oro o el Bafta de la Academia Británica.
La pasión de Tarantino por el maestro italiano era de sobra conocida y tal es así que reutilizó algunas de sus melodías en películas como Kill Bill (2003), Inglourious Basterds (2009) o Django unchained (2012) con aquel lírico Ancora qui.
La extraordinaria carrera de Morricone fue reconocida en 2007 con la asignación del premio Óscar a la Carrera, ampliando así un enorme palmarés en el que constan tres Grammy, cuatro Globos de Oro y un León de Oro honorífico otorgado por la Mostra de Venecia en 1995, además de 27 discos de oro y siete de platino.
Ese mismo año recibió el homenaje del mundo de la canción con la publicación del disco tributo We all love Ennio Morricone, en el que versionaron sus temas estrellas como Celine Dion, Bruce Springsteen, Metallica, Quincy Jones o Roger Waters, de Pink Floyd.
En los últimos años, el maestro emprendió una intensa gira de conciertos por medio mundo y en 2015 ofreció uno al papa Francisco, con motivo de los 200 años de la refundación de los jesuitas.